Sujeto y predicado - simil de la linea
Clasificado en Filosofía y ética
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Todo decir es requiere un sujeto (Hypokeimeno, subjectum, literalmente "lo puesto debajo", "lo sunyacente") y de un predicado (kategoroumenon). Decir es equivale a predicar (kategorein, literalmente "acusar", "echar en cara") algo de un sujeto. Este sujeto es siempre "un cierto esto", como dice Aristóteles. Lo que de él se dice, su atributo o predicado, no es otra cosa que un eidos, la determinación que determina qué es esto. El análisis aristotélico podría resumirse así: A la pregunta "¿qué es?" cabe responder diciendo "esto es" o, por ejemplo, "es un papel". Ambas respuestas son congruentes con la pregunta, pero ambas son incompletas. Y, precisamente, lo que falta a la primera es lo que da la segunda, a la que, a su vez, falta lo que proporciona la primera. A una le falta lo que desde Aristóteles se llama sujeto, mientras que a la otra le falta el predicado. Por ambos inseparablemente pregunta el interrogante qué de la frase que analizamos, pues ambos son igualmente necesarios para que haya eso que, siguiendo a Aristóteles, solemos llamar un ente. Por esta razon llamamos verbo copulativo al verbo ser, porque une estructuralmente los dos elementos de que se compone el logos y que no pueden faltarle a ente alguno.
Mediante el símil de una línea dividida en cuatro segmentos producto de tres divisiones que siguen la misma proporción, Sócrates distingue en final del l. VI de la República cuatro tipos o niveles de conocimiento, que se reúnen por parejas unidas y a la vez separadas por cada una de las divisiones. Todos los conocimientos posibles se dividen en dos grandes clases: doxa (opinión) y nous (entendimiento o inteligencia). La opinión es insegura, cambiante, discutible, pero fácil de obtener; el entendimiento es mucho más difícil, pero es único para todo el mundo, firme y cierto, porque tiene fundamento. Dentro de la opinión hay que distinguir la eikasía (que se suele traducir por congetura), el conocimiento que tenemos "aderca de sombras y reflejos", y la pistis (creencia), el saber acerca de las cosas que hay a nuestro alrededor. El segmento de entendimiento, a su vez, también se divide en dos partes: una corresponde a la dianoia (pensamiento discursivo), que es el tipo de saber propio de la geometría y otras ciencias similares, un saber ya existente y acreditado, que parte de hipótesis o postulados para llegar a conclusiones o teoremas que quedan probados deductivamente; la segunda (y último segmento de la linea) corresponde a una forma de entendimiento que está por elaborar porque hace falta, la episteme (ciencia), dado el caracter hipotético de los demás saberes. La ciencia ha de alcanzarse mediante la dicaléctica, metodo que consiste en remontarse mas allá de las hipótesis para alcanzar los verdaderos principios, sin depender para nada de conocimientos sensibles. Este modo de razonar es el propio de los llamados filósofos.
Mediante el símil de una línea dividida en cuatro segmentos producto de tres divisiones que siguen la misma proporción, Sócrates distingue en final del l. VI de la República cuatro tipos o niveles de conocimiento, que se reúnen por parejas unidas y a la vez separadas por cada una de las divisiones. Todos los conocimientos posibles se dividen en dos grandes clases: doxa (opinión) y nous (entendimiento o inteligencia). La opinión es insegura, cambiante, discutible, pero fácil de obtener; el entendimiento es mucho más difícil, pero es único para todo el mundo, firme y cierto, porque tiene fundamento. Dentro de la opinión hay que distinguir la eikasía (que se suele traducir por congetura), el conocimiento que tenemos "aderca de sombras y reflejos", y la pistis (creencia), el saber acerca de las cosas que hay a nuestro alrededor. El segmento de entendimiento, a su vez, también se divide en dos partes: una corresponde a la dianoia (pensamiento discursivo), que es el tipo de saber propio de la geometría y otras ciencias similares, un saber ya existente y acreditado, que parte de hipótesis o postulados para llegar a conclusiones o teoremas que quedan probados deductivamente; la segunda (y último segmento de la linea) corresponde a una forma de entendimiento que está por elaborar porque hace falta, la episteme (ciencia), dado el caracter hipotético de los demás saberes. La ciencia ha de alcanzarse mediante la dicaléctica, metodo que consiste en remontarse mas allá de las hipótesis para alcanzar los verdaderos principios, sin depender para nada de conocimientos sensibles. Este modo de razonar es el propio de los llamados filósofos.