Actividad Física Adaptada y Ejercicios de Respiración para la Tercera Edad
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Definición de actividad física adaptada:
Es un cuerpo de conocimientos multidisciplinar dirigido a la identificación y solución de las diferencias individuales en la actividad física. Es una profesión de prestación de servicio y un cuerpo académico de estudio que apoya una aceptación de las diferencias individuales, aboga por mejorar el acceso a estilos de vida y al deporte, promueve la innovación y la cooperación en la prestación de servicios y adaptación de normativas.
Ejercicios de respiración y relajación para tercera edad.
Las personas, cada vez más, sufren el estrés de la sociedad actual, por lo que se hace necesaria una intervención adecuada:
- Potenciar un cierto grado de equilibrio interno: estado de tensión muscular.
- Mejorar el funcionamiento de órganos y sistemas; relación con la salud.
La respiración es importante en el conocimiento del propio cuerpo (corporalidad):
- Exploración del espacio y ritmo interno de la persona.
- Interiorización de sensaciones.
- Emociones que serán objeto de desarrollo en lo expresivo.
- Disposición física y mental para la acción.
Para conseguir todo lo expuesto anteriormente podemos realizar varios ejercicios:
- Sentados vamos a observar la respiración clavicular, torácica y abdominal.
- Individual primero y posteriormente en parejas para fomentar la socialización en clase.
Respiración clavicular:
- Mentalmente, intentar relajar la zona de los hombros que es donde más tensiones se acumulan.
- Cerrar los ojos, espirar todo el aire, hacer una pausa y, a continuación, inspirar teniendo la idea de que nuestros hombros deben elevarse. Después espirar el aire descendiendo nuevamente los hombros.
- Para ayudar, realizar la contracción del abdomen en el pecho.
Respiración torácica:
- Situar las manos sobre el pecho para ayudar a localizar el movimiento de la respiración.
- Cerrar los ojos y concentrarse en esta parte de nuestro cuerpo.
- Expulsar todo el aire, hacer una pausa y seguidamente, inspirar teniendo la idea de que nuestro pecho sube, haciendo subir la mano que está sobre él. A continuación, espirar el aire observando como desciende nuestra mano.
- Para ayudar a centrarse en esta respiración, mantener contraído el abdomen.
Respiración abdominal:
- Situar la mano sobre el abdomen, para ayudar a localizar el movimiento de la respiración.
- Cerrar los ojos para poder sentir los movimientos.