Adaptaciones Curriculares Significativas: Estrategias y Diseño para la Inclusión Educativa

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Adaptaciones Curriculares Significativas

En determinadas situaciones nos veremos en la tesitura de tener que adoptar medidas con determinados alumnos que se separan significativamente de lo planteado por el currículum establecido. Generalmente, se trata de alumnos que presentan dificultades de aprendizaje más serias, siendo incluso permanentes. En estos casos, la simple intervención didáctica puede ser insuficiente, haciéndose necesaria la modificación de los objetivos, de las secuencias de aprendizaje, de la selección de contenidos, así como el ajuste de los procesos de evaluación.

En este tipo de adaptaciones significativas deberemos ser especialmente prudentes, intentando, en primera instancia, no tener que llegar a realizarlas. Si bien es cierto que, en ocasiones, serán la única opción para que el alumno alcance el máximo de sus posibilidades. Estas adaptaciones curriculares significativas pueden suponer:

  • Modificar el tipo y grado de consecución de un aprendizaje.
  • Priorizar algún objetivo, contenido o criterio de evaluación, sin abandonar los demás de la programación.
  • Temporalizar un objetivo o criterio de evaluación.
  • Introducir objetivos, contenidos y criterios de evaluación que no están contemplados en el currículum del aula.
  • Eliminar algún objetivo, contenido o criterio de evaluación.

Importancia de la Detección Temprana

En estos casos, es fundamental investigar a fondo la causa del déficit y actuar sobre él. Es en la etapa de Educación Infantil cuando se descubren los primeros indicadores de posibles dificultades, dificultades que tenderán a acrecentarse si no se toman las medidas adecuadas a tiempo. Resulta fundamental la intervención de personal especializado.

Estrategias de Diseño para una Adaptación Curricular Individualizada (ACI)

La estrategia para una ACI impone el siguiente planteamiento:

  1. Diagnóstico del Niño

    Evaluación a nivel conceptual, procedimental y actitudinal, así como de los déficit que presenta (dificultades perceptivas, intercomunicativas).

  2. Recopilación de Información

    Acopio de información sobre la deficiencia que muestre y de sus posibilidades educativas.

  3. Aceptación y Comprensión

    Aceptación paciente, comprensiva y afectiva de las autoestimulaciones del niño (balanceos, giros, piruetas...), así como la utilización de las mismas como un buen marco para la elaboración de juegos y ejercicios físicos, considerándolas algo frecuentemente inherente a su trastorno del desarrollo y de las cuales el niño no es culpable.

  4. Reflexión y Comparación de Objetivos

    Reflexión sobre los objetivos y contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, y comparación con la de otros niños, a fin de tender hacia la mayor normalización posible. Si se pueden trabajar los mismos objetivos y contenidos, la adaptación deberá realizarse con criterios metodológicos, materiales, tiempo otorgado e intervención del equipo de atención temprana o el equipo de orientación.

  5. Colaboración con las Familias

    Si siempre es necesaria la estrecha relación con las familias, en estos casos es sumamente importante. El profesional del equipo, los padres y el tutor han de constituir un sólido equipo.

  6. Evaluación Continua y Formativa

    La evaluación, que siempre ha de ser continua y formativa, o reconductora del proceso, en estos casos es relevante, pues ha de proporcionar minuciosa información sobre la adecuación de la ACI o la imperfección de un trabajo necesitado de ajustes en su planteamiento y/o en su evolución.

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