Uso Adecuado de la Fluidoterapia en Mascotas con Enfermedades Cardíacas y Pulmonares
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Escenarios Clínicos Específicos en la Fluidoterapia de Mascotas
Enfermedad del Corazón
Soplo: La fluidoterapia (FT) no está contraindicada en casos de hipovolemia o deshidratación (DH). Se puede utilizar la prueba de ajuste de NT pro-BNP como punto de referencia.
Insuficiencia Cardíaca Congestiva (ICC): Aumentar la precarga mediante la administración de fluidos no es bien tolerado en pacientes con enfermedad cardíaca avanzada, ya que aumenta el riesgo de acumulación de líquido extravascular (EVLW). Se pueden tolerar tasas de administración de líquidos juiciosas (por ejemplo, 1-2 ml/kg/h). Los líquidos orales son la opción más segura.
Contusión Pulmonar
Las contusiones pulmonares son comunes en perros traumatizados. La reanimación de la hipovolemia a menudo se logra mejor con la fluidoterapia en la mascota traumatizada. Sin embargo, las contusiones pueden empeorar por la terapia de fluidos excesiva. Las contusiones pulmonares se forman en respuesta a un traumatismo cerrado o penetrante y pueden estar acompañadas de neumotórax o fracturas de costillas. El daño capilar da como resultado la extravasación. La terapia con cristaloides puede empeorar la lesión pulmonar al aumentar la presión capilar, incrementando el volumen de líquido presente en los tejidos y extravasando el pulmón. Los pacientes con contusiones pulmonares no deben tener una restricción de líquidos excesiva, sino más bien ser tratados con fluidos para mantener una perfusión adecuada. Los esteroides están contraindicados en contusiones pulmonares.
Neumonía
La neumonía es una afección adquirida con frecuencia en perros y menos en gatos. La FT no acelera la resolución. Se debe considerar el reemplazo de la pérdida de fluidos y la provisión para el mantenimiento en pacientes anoréxicos o con pérdida de agua por jadeo. Los vasopresores, junto con una terapia de fluidos conservadora, mejoran la precarga a través de la venoconstricción, promoviendo el retorno venoso y mejorando, en segundo lugar, el gasto cardíaco al mejorar la precarga.
Cáncer de Pulmón Metastásico
La FT puede ser paliativa. El uso de cristaloides para garantizar el equilibrio de líquidos ayuda a mantener una buena calidad de vida.
Enfermedad Pulmonar Intersticial (EPI)
La EPI se reconoce con frecuencia en perros y gatos. Rara vez requieren líquidos intravenosos. Se puede administrar una tasa conservadora de líquidos para ayudar a prevenir la deshidratación. Como advertencia, la hipertensión pulmonar es una complicación común de la EPI, y la fluidoterapia puede empeorar la hipertensión pulmonar, que se trata con diuréticos. En estos pacientes, los líquidos para rehidratar están garantizados si no comen ni beben solos.
Enfermedad del Espacio Pleural
La administración de fluidos debe reflejar la enfermedad subyacente. En animales con insuficiencia cardíaca congestiva del lado derecho, se deben evitar los líquidos. Aunque los diuréticos son el primer tratamiento, eliminar el derrame pleural es más efectivo. Para otras causas, los líquidos pueden ayudar a mantener la hidratación o tratar la hipovolemia, como en el hemotórax por toxicidad anticoagulante de rodenticida o en casos de piotórax. Para el neumotórax traumático, las contusiones pulmonares se asocian con el trauma torácico, y se deben considerar los líquidos conservadores. En el neumotórax espontáneo, la hipovolemia o deshidratación son poco frecuentes y la administración de líquidos no suele ser necesaria.
Tromboembolismo Pulmonar
Los líquidos intravenosos pueden ser beneficiosos en pacientes con tromboembolismo pulmonar, pero no si el corazón derecho ya está sobrecargado de volumen. La ecocardiografía o la administración de un bolo de líquidos con monitoreo pueden ser útiles para determinar si hay un beneficio claro para la reanimación con líquidos.
Resumen
La FT está garantizada en muchos pacientes con enfermedad pulmonar, pero debe ser valorada individualmente. El exceso de FT puede aumentar la lesión pulmonar, particularmente en presencia de alteraciones en la microvasculatura, además de provocar una sobrecarga de volumen generalizada. Las tasas de fluidos para corregir la deshidratación y satisfacer las necesidades de mantenimiento son bien toleradas en todos los animales, excepto en aquellos con insuficiencia cardíaca congestiva. La ecocardiografía y los posibles biomarcadores muestran una gran promesa para una valoración más cuidadosa de la fluidoterapia.