Análisis de Los Cachorros de Vargas Llosa
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Los cachorros (1967) pertenece a la primera etapa del autor (etapa realista), en ella busca, a través de sus novelas denunciar la injusticia, la corrupción de la sociedad peruana. Para ello se sirve de una narrativa realista y refleja la realidad cotidiana desde múltiples enfoques.
Destacando el título
Destaca en esta obra el título, que designa al grupo de adolescentes en el que Cuéllar busca integrarse. El término es un americanismo usado despectivamente para expresar la mala educación o, el título haciendo referencia a un grupo inmaduro, sin ideales, con una vida vacía y que se deja arrastrar por las normas del grupo social al que pertenecen.
Elementos míticos y simbolismo
El inicio del libro evidencia el carácter de evocación que presenta todo el relato; comienza con la fijación de la infancia marcada por un hecho central: la estancia del colegio. La vida de los miraflorinos transcurre entre la asistencia a clase, los amigos y los juegos. Hay dos niveles fundamentales que determinan esta etapa: los estudios y el deporte, que tiene primacía sobre los estudios. Por eso el dominio de la jerga deportiva confiere a las acciones un carácter de “acto mágico”. Aquí el futbol se erige en mito. Los otros dos elementos míticos son el machismo y la posesión de objetos. A Cuéllar, después del accidente, le falta el segundo. Su apodo, Pichula o Pichulita, se utiliza para designar el pene de los niños, por eso, que lo denominen así tiene connotaciones negativas, pues es lo que él no tiene. Es un apodo provocador y ridiculizante.
El perro simboliza el cambio (la vida de Cuéllar cambia), representa el instinto animal del hombre. También podría interpretarse como la agresividad de la sociedad burguesa hacia todo lo diferente. Judas, el nombre del perro, en la tradición cristiana, simboliza la traición, así Cuéllar se convierte en un “Cristo traicionado” en este huerto de los Olivos que es el colegio religioso. La castración es la muerte simbólica de Cuéllar: muere el individuo. Lo individual debe ser sacrificado para que prevalezca lo colectivo, la sociedad burguesa. Cuéllar es diferente al resto y como tal representa un peligro para la sociedad burguesa acomodada. Esta sociedad no puede permitir que nadie perturbe el orden establecido. Por eso el perro (la sociedad) atacan al diferente. El perro suele relacionarse con el complejo de Edipo. Simbolizaría la figura del padre que castra al hijo, le arrebata su individualidad, su autonomía (relacionado con la biografía del autor). Cuando Judas es sacrificado, en su lugar aparecen los cuatro conejos blancos que simbolizarían los cuatro amigos. Se ha camuflado a la bestia bajo la imagen inofensiva de estos animalitos.
Los cachorros representan a los hijos que están integrados en la sociedad para llegar a formar parte de ella. Son inmaduros e incompletos.
Simbolismo de la mariposa y el buitre
Teresa se confunde por momentos con una mariposa. Ambas son bellas, rápidas y caprichosas. Pero, por otro lado, la mariposa puede identificarse con Cuéllar. Lo que le pasa coincide con él. La castración se relaciona con el apachurramiento de la mariposa. Al final del episodio, Teresita ve otra mariposa, esto se relaciona con el abandono de Cuéllar y el comienzo de la relación con Cachito. Teresa juega con Cuéllar como juega con la mariposa. Cuéllar y la mariposa comparten las mismas características: vulnerabilidad, fragilidad y amor por la libertad.
El buitre está íntimamente relacionado con la digestión. Cuando Cuéllar se emborracha, empieza a vomitar y la voz colectiva “buitreándose”, que significa una referencia al pasado que no es capaz de digerir. Buitrear puede ser interpretado por traicionar. La palabra traición es importante en Vargas Llosa y representa la relación edípica hacia su padre. El buitre huele la muerte a gran distancia también puede ser un elemento premonitorio y anticipador de la muerte de Cuéllar.
El simbolismo del mar
El mar aporta seguridad al protagonista, lo tranquiliza, le permite desahogarse y arrojar su ira, exhibir su valía y su hombría, es también un elemento amenazador, puesto que arriesga su vida y lo desafía cuando está bravo. El mar representa la figura de la madre.