Análisis del Pensamiento de Kant: Epistemología, Ética e Influencia
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La Filosofía de Immanuel Kant: Conocimiento, Ética y Legado
Juicios Analíticos y Sintéticos
Kant distingue entre dos tipos de juicios:
- Juicios Analíticos: El predicado está incluido en el sujeto. Son explicativos, no aportan información nueva. Su validez es independiente de la experiencia (son necesarios y universales). Sin embargo, al no añadir información, no pueden ser considerados científicos.
- Juicios Sintéticos: El predicado no está incluido en el sujeto. Añaden información, pero dependen de la experiencia y, por lo tanto, no son universales ni necesarios.
Otra clasificación de los juicios se basa en si su verdad es dependiente o independiente de la experiencia:
- A priori: Su verdad o falsedad es lógicamente independiente de la experiencia. Son universales y necesarios.
- A posteriori: Su verdad o falsedad es lógicamente dependiente de la experiencia.
Estética Trascendental
Kant define la estética trascendental como la ciencia de todos los principios de la sensibilidad a priori. La sensibilidad es la capacidad de percibir (recibir y ser afectados por) objetos sensibles, denominados intuiciones empíricas. Estas intuiciones se organizan utilizando las intuiciones puras del espacio (E) y del tiempo (T). Estas intuiciones son puras porque son independientes de lo que percibimos empíricamente y siempre son las mismas. Los juicios sintéticos a priori son posibles en las matemáticas gracias a las intuiciones puras. La geometría es posible porque es la ciencia de las probabilidades lógicas del espacio, y la aritmética es posible porque el cálculo supone una abstracción lógica del tiempo.
Analítica Trascendental
Mientras que la sensibilidad es pasiva (recibe intuiciones), el entendimiento es activo y unifica los fenómenos bajo las formas a priori del entendimiento, que son los conceptos puros o categorías. El conocimiento se obtiene a través de conceptos, y estos solo son posibles en el entendimiento, que es también la facultad que nos permite elaborar juicios uniendo conceptos. El entendimiento realiza una síntesis de la multiplicidad de fenómenos dados por la sensibilidad bajo conceptos puros o categorías. La intuición solo puede ser sensible; no puede existir una intuición que no sea al mismo tiempo comprendida. Por eso, Kant afirma que sin sensibilidad ningún objeto nos sería dado y sin entendimiento ninguno sería pensado.
La función del entendimiento es subsumir, introducir bajo conceptos los fenómenos aportados por la sensibilidad. Estos conceptos pueden ser de dos tipos:
- Conceptos empíricos: Se aplican a la sensación, son las cosas que percibimos, la materia.
- Conceptos puros (categorías): Son a priori y constituyen la forma, la condición bajo la cual pensamos y conocemos los objetos.
La categoría de sustancia hace que los fenómenos permanezcan en el tiempo (sobre todo los de acción). Kant defendió que si los fenómenos no fuesen en alguna medida permanentes, sería imposible el conocimiento. La categoría de causalidad, mencionada antes, y otras categorías permiten establecer juicios sintéticos a priori de la física, por lo tanto, es ciencia. Las categorías son a priori y sintéticas.
Las categorías se pueden aplicar exclusivamente a los fenómenos; solo podemos conocer lo que aparece ante nosotros, los fenómenos. No podemos percibir ni conceptualizar cómo sea el objeto en sí mismo. De ahí la distinción entre fenómeno (lo que aparece) y noúmeno (lo pensado). Aplicar las categorías a aquello de lo que no tenemos intuición empírica es hacer un uso ilegítimo de ellas.
Dialéctica Trascendental
La razón realiza una unificación suprema de todo el conocimiento, reduciendo sus contenidos a ideas trascendentales o incondicionadas. Los principios a los que hace referencia son las ideas de alma, mundo (en su totalidad) y Dios. Estas ideas no se pueden obtener empíricamente, puesto que no tenemos experiencia de ellas. A través de las ideas trascendentales podemos pensar los fenómenos, pero no podemos conocerlos.
Kant llama a esta parte la "dialéctica trascendental" debido a las contradicciones y errores en que incurre la razón cuando se aplican las categorías a las ideas trascendentales. La crítica kantiana se divide en tres partes:
- Paralogismos: Aplicar la categoría de sustancia a la idea del alma, creer en el alma como sustancia simple.
- Antinomias: Quien quiera dar una unidad al mundo se encontrará con el argumento contrario.
- Teología racional: Pretende conocer científicamente la idea de Dios.
Kant analiza los argumentos sobre la existencia de Dios y concluye que ninguno de ellos es válido:
- Argumento ontológico: Expuesto por San Anselmo y recogido por Descartes, afirma que de la perfección de Dios se puede inferir su existencia.
- Argumento cosmológico: Deduce la existencia de Dios de la existencia de los seres.
- Argumento teleológico: Intenta demostrar la existencia de Dios apoyándose en el orden del mundo.
La conclusión es que no se pueden establecer juicios sintéticos a priori sobre el alma, el mundo o Dios, por lo que la metafísica no puede ser ciencia.
Ética Kantiana y su Influencia
Mientras que Hume se mostraba emotivista, aludiendo a las pasiones como el origen y la base de la conducta moral del hombre, la ética de Kant es una ética formal del deber, cuyo verdadero sujeto moral es la "voluntad racional" y el concepto de deber, su criterio esencial. Hume reducía la valoración de los comportamientos morales a su ordenación en función de dos criterios: agradabilidad y utilidad social (hedonismo social). Kant, por su parte, fija la conducta moral al llamado imperativo categórico, que reza: "Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda convertirse siempre y simultáneamente en principio de legislación universal". (El intento de buscar universalidad ha sido constante desde el origen de la filosofía; recordemos el miedo de Sócrates y Platón al relativismo). Este imperativo categórico suponía no tratar a ningún hombre como medio, sino tan solo como un fin en sí mismo.
Influencia de Kant
En el ámbito de la medicina, nos referimos al principio bioético de la autonomía de los pacientes. Este principio es necesario para que un médico, en su práctica profesional, pueda tener en cuenta las peculiaridades de su paciente (ideas, principios, elecciones...) y, consecuentemente, sea tratado como fin en sí mismo y no como medio. Justamente en esto consiste el respeto de la dignidad y la autonomía de la persona en sentido kantiano.
La autonomía, concepto kantiano plenamente vigente hoy, puede aparecer como un arma de doble filo por el enorme desarrollo de la ingeniería genética de nuestra sociedad, que plantea un gran abanico de problemas éticos: la clonación de embriones humanos, la selección del sexo de los hijos, la producción de niños a la carta...
En la ética destaca el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDDHH), donde se toma como base un principio kantiano, cuando se manifiesta que la dignidad humana es intrínseca en el ser humano. Esto implica, en terminología kantiana, que tal dignidad es innata en los hombres y, por tanto, fundada sobre un principio a priori; o sea, la "dignidad intrínseca" es "dignidad a priori".
Contexto Histórico y Filosófico de Kant
Kant (1724-1804) se enmarca dentro de la etapa histórica de la Modernidad y pertenece a la corriente filosófica de la Ilustración alemana. Su filosofía es la culminación del pensamiento moderno (sintetiza el racionalismo y el empirismo). El siglo XVIII es un siglo en el que toda Europa sufre una recuperación económica y un crecimiento demográfico, producto de la revolución agrícola e industrial. Políticamente, los estados siguen teniendo una organización de absolutismo monárquico (excepto Inglaterra), pero estos reyes empezarán a aceptar las ideas ilustradas, convirtiéndose en déspotas ilustrados. El despotismo ilustrado busca la mejora del pueblo, pero sin renunciar a su poder. En el ámbito social, la burguesía irá adquiriendo mayor poder económico y aspirará a poder político, y lo conseguiría en la Revolución Francesa (1789), con la que acabará con el absolutismo monárquico francés. Culturalmente, en el arte domina el clasicismo, caracterizado por el orden, la sencillez y la racionalidad (influencia cartesiana). En el terreno de la ciencia, Newton, con su ley de gravitación universal y su mecánica clásica, será el científico más representativo.
Filosóficamente, Kant pertenece a la Ilustración, caracterizada por una confianza plena en la razón, la ciencia y la educación para mejorar la vida humana, una visión optimista de la vida, tolerancia ética y religiosa, y que comenzó en Inglaterra con Locke y Hume, y se extendió después a Francia (Rousseau y Voltaire) y acabó expandiéndose por toda Europa, incluida Prusia (país de Kant). Kant desarrollará su pensamiento dentro de la Ilustración alemana, que tiene algunos rasgos particulares a los de los demás países: no existe una crítica social o política, la cultura se centra en las universidades. Esta filosofía ilustrada se encuadra dentro del "Siglo de las Luces", que fue un periodo en el que se dio mucha importancia a la razón crítica, es decir, que esta debe ser como la luz de la humanidad. Kant lo recoge muy bien en su frase "Sapere aude!" (¡Atrévete a saber!).
El pensamiento de Kant se divide en tres periodos:
- Periodo precrítico (interpreta a Leibniz y Wolff).
- Periodo crítico ("Crítica de la Razón Pura", "Crítica de la Razón Práctica", "Crítica del Juicio").
- Periodo postcrítico, en el cual desarrolla su pensamiento: "La paz perpetua".
Su filosofía responde a las preguntas fundamentales sobre qué podemos conocer, qué debemos hacer y qué podemos esperar.