Antonio Buero Vallejo: Un dramaturgo comprometido con la crítica social

Clasificado en Plástica y Educación Artística

Escrito el en español con un tamaño de 4,76 KB

UN DRAMATURGO ATRAVIESA EL SIGLO: ANTONIO BUERO VALLEJO

Antonio Buero Vallejo, tiene diversos intereses artísticos, también compromiso social y político.

En 1949 gana el Premio Lope de Vega, Historia de una escalera. El estreno fue un acontecimiento decisivo en el ambiente cultural de posguerra y significó la aparición de un nuevo teatro.

En los años 60, se produce la famosa polémica con Alfonso Sastre sobre el posibilismo en la creación literaria hasta el punto de que se acusó al autor de ceder ante el régimen.

El enfoque ético de la obra de Buero es el que determina la crítica social (implicando preocupaciones colectivas) y el compromiso con el ser humano (donde muestra las preocupaciones existenciales). El tema dominante fue el anhelo de realización humano y sus dolorosas limitaciones: la búsqueda de la felicidad, de la verdad, de la libertad se ve obstaculizada por el mundo concreto en el que el hombre vive.

A Buero se le ha considerado un trágico de nuestro tiempo porque la función de su teatro es: inquietar (porque plantea problemas) y curar (porque señala la necesidad de una superación personal y colectiva). La idea de la responsabilidad es esencial y está unida a la de libertad: la tragedia se desencadena por una transgresión moral que un personaje ha cometido libremente y de la que es responsable.

Mediante la crítica social denuncia las injusticias concretas que atañen a las estructuras de la sociedad, al as formas de explotación o a los mecanismos de un poder opresivo.

En cuanto a su compromiso con el ser humano, el plano existencial, el teatro de Buero medita sobre el sentido de la vida. Se encuentra en contextos relacionados con ilusiones, fracasos o soledad.

En conclusión, el teatro de Buero Vallejo contiene una indudable carga ética y de compromiso político.

Como rasgo común de la técnica dramática cabe destacar el uso de acotaciones muy detalladas.

En su primera etapa predomina el enfoque existencial, la técnica teatral se ajusta a una estética realista, que él llamó “construcción cerrada”.

En su segunda etapa (1958-70). Pasa de una construcción cerrada a una construcción abierta (escenario múltiple). A ello hay que añadir una construcción más compleja de la acción. Además, se intenta acercar e introducir al espectador mediante efectos de inversión. Buero utiliza ciertos procedimientos que permiten penetrar en la conciencia o en las obsesiones de los personajes.

En la tercera etapa (desde 1970). Desarrolló con frecuencia los efectos de inmersión. El teatro logra expresar la subjetividad, lo escondido en la conciencia de los personajes, sus obsesiones e incluso sus trastornos psíquicos.

El simbolismo se encuentra presente tanto en los temas, como en los personajes o en los recursos escénicos. La oposición luz/oscuridad es fundamental en todas sus obras; la ceguera, el misterio…Los espacios escénicos, adquieren frecuentemente el carácter de símbolos. (Historia de una escalera, la celda de La fundación).

Los personajes La mayoría presentan alguna tara física o síquica y experimentan un proceso de transformación a lo largo de la obra. En las obras se contraponen personajes activos y contemplativos. Los activos que carecen de escrúpulos y actúan bajo el egoísmo o por sus bajos instintos (son crueles y violentos, no son ni buenos ni malos) y los contemplativos, que se sienten angustiados.

Durante su evolución se pueden distinguir varias etapas:

Primera Etapa (existencial). Va desde 1949 con Historia de una escalera hasta 1957 con Las cartas boca abajo. Su teatro trataba de temas realistas, sociales y existenciales. Surge la idea de teatro como tragedia (torpeas humanas). Destacan también: La tejedora de sueños y En la ardiente oscuridad.

En la segunda etapa (social). Va desde 1958, con Un soñador para un pueblo hasta 1967 con El Tragaluz En ella denuncia las injusticias sociales. Buero fija a atención en la responsabilidad social y política del individuo. Hay una clara tendencia a denunciar el abuso de poder, la guerra, la mentira… Para esquivar la amenaza constante de la censura, Buero utiliza el género del drama histórico. Destacan Las meninas.

Tercera etapa (experimental) : A partir de 1968 con La doble historia del doctor Valmy. Profundiza más en la experimentación de temas sociales y políticos. Destacan también: El sueño de la razón, La fundación.

Como conclusión los aspectos generales que se mantienen en toda la trayectoria de Buero Vallejo son: el lenguaje, siempre sencillo, verosimilitud argumental, y elementos no tradicionales.

Entradas relacionadas: