Arquitectura Egipcia: Tumbas y Templos Faraónicos
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La Arquitectura Egipcia: Un Reflejo del Poder Faraónico
La arquitectura egipcia, arte por excelencia del Egipto faraónico, es una manifestación del poder del faraón y del estado. Sus dimensiones colosales y su longevidad son características distintivas. La piedra, material constructivo predominante, permitía una arquitectura adintelada, de líneas rectas, donde la columna se convierte en el elemento más destacado. Los egipcios demostraron un conocimiento matemático excepcional y una organización del trabajo autoritaria. Las tumbas y los templos son los modelos arquitectónicos más importantes.
1. Tumbas: La Eternidad en Piedra
La preocupación por el más allá impulsó la creación de una arquitectura funeraria monumental, que reflejase la idea de eternidad.
A) Mastabas: Los Primeros Enterramientos
Los primeros enterramientos se realizaban en fosas simples y túmulos, dando origen a la mastaba, una construcción troncopiramidal truncada. Esta se situaba sobre una cámara sepulcral superior que se cerraba tras el enterramiento. En una de sus fachadas se abría una capilla, el serdab, destinada a albergar la escultura funeraria del difunto.
B) Pirámides: Símbolos de Poder
Las pirámides son el monumento más significativo, un emblema del poder del Estado y de la jerarquía social, con el faraón en la cúspide.
C) Hipogeos: La Interiorización del Espacio Funerario
Los hipogeos son tumbas excavadas en la roca. Representan una clara interiorización del espacio funerario, en contraste con las grandes pirámides, que cumplían la función externa de significar la distinción jerárquica. Contienen una fachada oculta al exterior, tras la cual se sitúa un largo corredor con diferentes capillas y, al fondo, la cámara sepulcral.
2. Templos de Culto: Moradas de los Dioses
Se conoce poco de los templos del Imperio Antiguo. La ausencia de grandes construcciones sugiere que se construyeron con materiales perecederos: barro, adobes y cañas. La excepción son los templos solares, con un recinto abierto y cerrado por un muro, y un altar central que representaba el emblema solar. En el Imperio Medio, los templos se reducen a pequeñas capillas de formas variadas. Durante el Imperio Nuevo, los recursos económicos y constructivos se destinaron a la construcción de grandes monumentos religiosos, en agradecimiento a los dioses por parte de los reyes. Se adopta el modelo de templo clásico, cuya estructura se repite hasta el final de la cultura egipcia:
- Precedido por una avenida de esfinges, a menudo desde un embarcadero.
- Conduce a la entrada del edificio, flanqueada por dos pilonos.
- Los pilonos son torres que evocan los acantilados del río.
Tras la puerta se accede a la sala hípetra, de grandes dimensiones y abierta al pueblo. Desde allí, se llega a la sala columnada, reservada a altos dignatarios y cortesanos. Detrás, la parte cerrada del templo, accesible solo a los sacerdotes, con una sucesión de salas cada vez más pequeñas y bajas. Al final, el sancta santorum, la estancia sagrada que alberga la escultura y el tesoro del dios, a la que solo accede el faraón.
3. Templos Funerarios: Celebraciones y Rituales
Destinados a las celebraciones rituales previas al enterramiento. Con la generalización de los enterramientos en hipogeo, los templos funerarios se desvinculan del lugar de enterramiento, convirtiéndose en construcciones independientes. Se construyen como templos rupestres, excavados parcial o totalmente en la roca, hemispeos y speos.