Arquitectura del Hierro y Escuela de Chicago: Innovación y Modernidad
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Arquitectura del Hierro
Como consecuencia de la Revolución Industrial, se modifican los modos tradicionales de construcción, dando entrada a nuevos materiales como el hierro colado (en sustitución del hierro forjado), el vidrio y, a finales del siglo, el cemento. Otra consecuencia será la rivalidad entre arquitectos e ingenieros.
- El hierro colado se emplea desde finales del siglo XVIII en Inglaterra, en la construcción de puentes.
- En la primera mitad del siglo XIX, rivalizarán franceses e ingleses en la construcción de pabellones e invernaderos a base de hierro y vidrio, a veces en estilo ecléctico como el ya citado Pabellón Real de Brighton.
- En la segunda mitad del siglo XIX, el hierro se va a emplear en todo tipo de edificios, como elementos sustentantes no ocultos y, por tanto, más o menos ornamentados. En esta innovadora línea destaca el francés Henri Labrouste, autor de la gran Sala de Lectura de la Biblioteca Nacional de París, donde las finísimas columnas férricas permiten crear un amplio y diáfano espacio cubierto con luminosas bóvedas vaídas (elemento tradicional propio de la arquitectura historicista).
Pero los mejores exponentes de la arquitectura del hierro los ofrecen las Exposiciones Universales, como el Crystal Palace para la Exposición Universal de Londres 1851, obra de John Paxton que, valiéndose de su experiencia como constructor de invernaderos, realiza un recinto de más de 70,000 metros cuadrados a base de hierro y cristal. Era el proyecto más barato, se basa en la prefabricación total, la rapidez del montaje y la posibilidad de recuperación.
En la Exposición Universal de París 1889, sorprendieron dos obras: la Galería de Máquinas de Dutert y Contamin, que lograron cubrir sin columnas intermedias el enorme solar de más de 100 metros de anchura y 45 de altura, y la célebre Torre Eiffel, obra del ingeniero Gustave Eiffel, de más de 300 metros de altura a base de elementos prefabricados, pensada para ser desmontada, pero que, a pesar de las críticas que recibió, ha quedado fija como parte sustancial parisina. Tiene un carácter no utilitario, sino solo representativo, a diferencia de las demás obras de la arquitectura del hierro, como el Puente sobre el Duero en Oporto.
En definitiva, los nuevos materiales dan lugar a una nueva arquitectura abierta y transparente sin ornamentación, como el bello Palacio de Cristal en España (el Parque del Retiro); y en Valladolid, la marquesina de la estación del Norte, el Puente Colgante y el Mercado del Val.
Escuela de Chicago
EEUU, que está despegando económicamente, es hija cultural europea, pero el hecho de no contar en su suelo virgen con una tradición arquitectónica supone la ventaja de diseñar sus edificios según las conveniencias del presente.
La ciudad de Chicago estaba en pleno crecimiento urbano y económico cuando es destruida por un incendio en 1871. Esto lleva a vivir una frenética actividad constructiva en el último cuarto del siglo XIX. En Chicago nace el rascacielos, producto de la especulación del suelo edificable, la invención del ascensor y la utilización de armaduras metálicas que permite superponer muchos pisos.
W. Le Baron Jenney es considerado el jefe de la escuela y autor del Home Insurance, metálico y acristalado. Burham y Root son los primeros en utilizar el rascacielos acristalado. Pero la figura más importante es Louis Sullivan, un arquitecto imaginativo y sencillo que, tras volver de París, se asocia con el ingeniero Dankmar Adler para crear edificios que concilian el rigor funcional con un sobrio encanto poético próximo al modernismo, como en el Auditorium de Chicago, que conjuga verticalidad y proporcionalidad. En cambio, en los Almacenes Carson emplea sencillas ventanas apaisadas que remarcan las bandas horizontales y se da una plena coherencia entre la organización interna y la depurada fachada.