Arquitectura Renacentista en España: Del Plateresco al Estilo Herreriano
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El Monasterio de El Escorial: Culmen del Estilo Herreriano
El Monasterio de El Escorial, con su forma de parrilla, alude al martirio de San Lorenzo. Este complejo edificio alberga un monasterio, un palacio y un panteón real. Felipe II encomendó las obras en 1563 a Juan Bautista de Toledo, quien falleció antes de terminarlas. El edificio se levantó para conmemorar la victoria en la Batalla de San Quintín. En el centro del complejo se sitúa la iglesia, que actúa como eje coordinador del resto de dependencias. Esta iglesia tiene planta centralizada y está cubierta por una gran cúpula. El presbiterio, lugar donde se situaban los obispos y clérigos, está elevado para albergar debajo el panteón.
Detalles Arquitectónicos del Monasterio
- A los lados del presbiterio se encuentran los monumentos funerarios de Carlos V y Felipe II.
- El palacio se sitúa detrás de la iglesia y al mismo nivel, permitiendo al rey seguir la misa desde sus aposentos.
- Destaca la total ausencia de ostentación, reflejando el carácter espiritual y austero del monarca.
- El exterior del palacio, de granito, carece de decoración y está rematado por dos torres en los extremos.
- Las ventanas no tienen molduras ni cornisas. La única decoración son las ocho pilastras dóricas de la entrada, que sostienen un cuerpo más pequeño formado por cuatro pilastras y un frontón.
- Tras la entrada, un patio da acceso a la iglesia, cuya fachada sigue las mismas características que la anterior. La única decoración escultórica son seis figuras, los seis reyes de Judá, sobre altos pedestales encima de un entablamento.
- Las cubiertas mantienen la tradición flamenca de chapiteles o agujas de pizarra, elemento característico de la arquitectura madrileña de estos siglos.
El Escorial como Centro Cultural
Además de ser panteón real, palacio y monasterio, Felipe II quiso que El Escorial fuera también un centro cultural. Para ello, trajo manuscritos árabes, códices griegos e incunables que se guardaron en la biblioteca.
El Estilo Herreriano
El Escorial es la máxima representación arquitectónica española de este siglo. En él observamos todas las características del estilo herreriano: proporción matemática, uso del orden gigante, austeridad, etc. Otras obras de Herrera son la Catedral de Valladolid, el Alcázar de Toledo y el Palacio de Aranjuez.
Clasicismo o Purismo (1530-1563)
Durante el segundo tercio del siglo XVI, el gusto por la decoración recargada es sustituido por formas más clásicas. Este cambio se produjo por los viajes de los artistas españoles a Roma para estudiar las obras de la Antigüedad y por la traducción de las obras de Vitrubio. El clasicismo español es muy tardío, ya que desarrolla elementos típicos del Cinquecento italiano, pero 50 años más tarde.
Pedro Machuca y el Palacio de Carlos V
El clasicismo se desarrolla en España durante el reinado de Carlos V, siendo Pedro Machuca (1485-1550) el artista más importante. Formado en Italia, donde estudió las obras de Rafael y Bramante, regresó a España. Carlos V le encargó la construcción de un palacio en los jardines de La Alhambra de Granada. En este palacio desaparece toda la decoración plateresca y se utiliza un estilo sobrio influido por Bramante. El palacio se organiza mediante una planta cuadrada cuyo núcleo central es un patio interior circular adintelado. Machuca utilizó dos de las figuras geométricas preferidas por los arquitectos renacentistas: el círculo y el cuadrado.
Características del Palacio de Carlos V
- El interior se organiza en dos pisos de columnas. En estos dos pisos los órdenes se superponen a la manera de Alberti: dórico en el inferior y jónico en el superior.
- La fachada se divide horizontalmente en dos pisos: en el inferior hay pilastras de orden toscano y se usa el almohadillado. En el superior, las pilastras son jónicas y entre ellas se disponen vanos que están cubiertos con un frontón triangular o no.
Juan de Herrera y el Estilo Herreriano
Con el cambio de rey, Felipe II se fijará en Juan de Herrera (1530-1597) para realizar las obras del Monasterio de El Escorial. Al igual que Pedro Machuca, Herrera viajó a Italia, convirtiéndose en un verdadero humanista. Es creador de un estilo propio basado en la falta de decoración en los muros, el uso de la proporción matemática y el empleo del orden gigante en las columnas. De ahí que a la arquitectura del último tercio del siglo XVI se la conozca como Herreriana o Escurialense.