Arquitectura Románica: Características, Elementos y Distribución
Enviado por zebry y clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 2,7 KB
Muros: Los muros románicos se caracterizan por ser de piedra labrada en sillares en las superficies exteriores, mientras que el núcleo suele ser de mampostería. Son gruesos, con pocos vanos y decorados con contrafuertes, columnillas, bandas lombardas y arcos.
Arcos
Los arcos de medio punto (semicirculares) son comunes, normalmente doblados (un arco mayor cobija a otro menor que le sirve de refuerzo) o con arquivoltas (arcos concéntricos) que suelen reducir el ancho de abertura de vanos en ventanas y puertas.
Cubiertas
La bóveda de cañón (de sección semicircular que resulta de la prolongación en el espacio de un arco de medio punto) es una cubierta típica que descansa en el muro. A menudo, aparece dividida por arcos fajones que se apoyan en pilares con columnas adosadas (pilares compuestos) que se corresponden en el exterior con contrafuertes. Los arcos fajones cumplen la función de trasladar el empuje de la bóveda, articular rítmicamente el espacio y permitir que la construcción de la obra sea por partes independientes, de modo que el derrumbe de una de ellas no afecte al resto.
También son frecuentes las bóvedas de arista (que surgen por el cruce de dos bóvedas de cañón) y las de horno o cuarto de esfera para ábsides. Además, se usan cúpulas, bien sobre trompas (arcos situados en ángulos) o en pechinas (triángulos esféricos situados en ángulos), que facilitan el paso de planta cuadrada o rectangular a la base octogonal o circular de la cúpula.
Plantas y Elementos Interiores
Las plantas más generalizadas son la planta de cruz latina y la planta basilical de una o varias naves longitudinales (generalmente tres) y una nave transversal o nave de crucero. Sin embargo, las generalizaciones no son muy válidas, ya que a veces la excepción es más común que la regla.
El crucero, producido por la intersección entre la nave transversal y la nave de crucero, se suele cubrir con cúpula, cimborrio o linterna (que iluminan el interior y dan esbeltez al edificio). Si las naves laterales dan vuelta por detrás del altar mayor, se crea la girola o deambulatorio, donde aparecen absidiolos (pequeñas capillas o altares) con la función de facilitar el tránsito a los visitantes.
En el alzado, el problema de la iluminación determina que la nave central sea de mayor altura que las laterales para abrir ventanas por encima de las laterales. Es frecuente que por encima de las naves laterales se sitúe una amplia galería: la tribuna, que se comunica con la nave central por arquerías que forman el triforio. Su función es arquitectónica, contrarrestando el empuje de la bóveda de cañón, y práctica, alojando a peregrinos.