El Arte Griego: Arquitectura y Escultura Clásica
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El Arte Griego
Arquitectura: Los Órdenes Clásicos
La arquitectura griega se forjó a partir de los órdenes clásicos, entendiendo como tales al conjunto de reglas referidas a la escala, forma y decoración del edificio. En el siglo VII a.C. se fueron concretando los órdenes dórico y jónico; el corintio apareció durante la segunda mitad del siglo V a.C.
La escala era humana. La forma viene determinada por la columna, que se compone de basa, fuste y capitel. La altura de la columna dórica equivale a 6 veces la longitud del diámetro del fuste; la jónica a 9 veces. El capitel dulcifica la brusca transición entre la verticalidad y la columna. La decoración se centra en el friso que cabalga sobre el arquitrabe. El friso dórico aparece fragmentado por metopas intercaladas. La sobriedad viril del orden dórico se impuso en el Peloponeso. El Partenón, construido en la Acrópolis de Atenas entre 447 y 432 a.C., es un ejemplo del estilo dórico, donde las columnas se construían en un solo bloque, como también se aprecia en el Templo de Apolo en Corinto.
El Partenón
Su estructura es muy simple, consta de una sala rectangular llamada naos, que alberga la efigie divina, precedida de un pórtico delantero llamado pronaos y secundada en el extremo opuesto por un pórtico cerrado llamado opistódomos. El templo puede ser dístilo, tetrástilo... Si solo presenta columnas en la fachada es próstilo. La arquitectura templaria es arquitrabada y el Partenón es un templo octástilo.
Escultura: La Búsqueda de la Belleza Ideal
La escultura alcanza una importancia extraordinaria dentro del arte griego por las novedades que introduce, puede decirse que su estatuaria acuña el concepto de belleza. Una escultura antropomórfica que exalta el ideal del hombre perfecto, que busca la perfecta armonía y la belleza proporcionada del cuerpo humano, a lo que se le puede añadir una perfección espiritual llamada idealización.
El principal problema que abarca la escultura es la falta de piezas originales. Los mármoles del siglo V a.C. y el bronce se convirtieron en los materiales favoritos a la hora de hacer estatuas exentas. El Poseidón de Artemisión es uno de los grandes bronces del estilo severo. El dios se representa como va a lanzar el tridente. La composición es equilibrada y armoniosa. El Auriga de Delfos era parte de un grupo que incluía un carro, cuatro caballos y un mozo dedicado a Apolo. El segundo problema es la policromía, todas las esculturas de mármol estaban pintadas.
Aplicaron tres conceptos a las estatuas: el principio de diartrosis, la postura de contrapposto y la armonía de proporciones. La proporción fue de 7 cabezas, el principio de diartrosis hizo acentuar la división entre tronco y extremidades, y el contrapposto, donde una pierna actúa de sostén y la otra se flexiona.
Fidias
Fidias fue el primer imaginero del arte clásico occidental, sus creaciones divinas eran de gran hermosura de rostro, honestas y con postura gallarda. La desafiante Atenea Promacos en la Acrópolis, creada para conmemorar la victoria contra los persas, es una figura de 15 m de altura para que se pudiese ver desde lejos. En el 438 a.C. se hizo la Atenea Parthenos, una figura de 12 m labrada en oro y marfil que presidía la naos del Partenón, apoya la mano izquierda en el escudo y sostiene en la derecha una Niké.
Praxíteles
Praxíteles nació en Atenas y extendió su actividad hasta el año 300 a.C. Obras de juventud como el Sátiro Escanciador y el Apolo Sauroctonos tienen un estilo maduro: temas agradables, llenos de encanto, tratados con dulzura. Es el creador de Apolos de cuerpo blando que curvan su cadera al apoyar el brazo. Conocía muy bien los materiales. Talló en mármol la estatua más famosa de su tiempo, una Afrodita que creó para la ciudad de Cnido. Esta obra maestra fue realizada en el 360 a.C. Es la sensual Afrodita de Cnido saliendo del baño, el primer desnudo íntegro del arte griego, esa fue la mayor novedad que aportó el autor. El único original que se conserva de Praxíteles es Hermes con el niño Dionisio en brazos.
Otros Escultores
Scopas representa a héroes trágicos como Meleagro y muestra gran predisposición por los personajes irracionales integrantes del cortejo dionisíaco.
Lisipo revisa el canon de belleza transformando la cabeza en una octava parte de la altura total del cuerpo. Este nuevo sistema de proporciones lo plasma en el Apoxyomenos: un atleta desnudo. Fue el último escultor que podemos considerar clásico.