Ascenso de Ciro el Joven: Relato de la Expedición y Batalla Contra Artajerjes

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Los Hijos de Darío y la Enfermedad del Rey

Darío y Parisatis tuvieron dos hijos: Artajerjes, el mayor, y Ciro, el menor. Cuando Darío enfermó y sospechó que el fin de su vida se acercaba, quiso que sus dos hijos estuvieran presentes. Mandó buscar a Ciro de la satrapía, y nombró al mayor de todos cuantos se reúnen para la revista anual en la llanura del Castolo. Así pues, emprende Ciro la marcha hacia el interior, llevando consigo a Tisafernes, a quien tenía por amigo, y una escolta de trescientos hoplitas griegos mandados por Jenias de Parrasia.

La Conspiración y el Perdón

Cuando Darío murió, subió al trono Artajerjes. Tisafernes acusó a Ciro ante su hermano de que conspiraba contra él. Este se deja persuadir y captura a Ciro para matarlo. La madre, rogando por él, lo devuelve de nuevo a su provincia. De tal modo, también reunían riqueza para el cuidado de los soldados las ciudades voluntarias. Ciro llamó también a los sitiadores de Mileto y ordenó a los desterrados la guerra contra él.

El Palacio y el Jardín de Ciro en Celenas

Allí había para Ciro un palacio y un jardín grande lleno de bestias salvajes, las cuales aquel cazaba a caballo. Y por medio del parque corre el río Meandro, y las fuentes de él son desde el palacio; fluye también a través de la ciudad de Celenas. Hay también un palacio del Gran Rey en Celenas, elegido sobre las fuentes del río Marsias, bajo la acrópolis; fluye también este a través de la ciudad y desemboca en el Meandro. La anchura del Marsias es de 25 pies.

La Llegada de Epiaxa y la Revista de Tropas

Desde allí entonces llega Epiaxa, la esposa de Siénecies, rey de Cilicia, junto a Ciro, y se decía que a Ciro dio muchas riquezas. Entonces Ciro pagó al ejército un sueldo de cuatro meses. Y tenía la cilicia una guardia alrededor de sí misma, cilicios y aspendios, y se decía también que había cohabitado Ciro con la cilicia. Ciro revistó en la llanura a los griegos y a los bárbaros, que desfilaron en escuadrones y batallones. Ciro ordenó presentar las armas.

Preparativos para la Batalla

Ciro comandó a los generales y capitanes de los helenos, deliberaba cómo haría la batalla y él mismo animaba diciendo tales cosas. En esto, el propio Ciro, acercándose con el intérprete Pigres y con otros tres o cuatro, gritaba a Clearco conducir al ejército hacia el medio de los enemigos.

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