El auge y caída de los Felices Años Veinte: Fascismo, prosperidad y crisis
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El Fascismo: Una Ideología Nueva
El fascismo era anti-liberal, pero defendía un nacionalismo exacerbado y xenófobo. Utilizaban métodos modernos de propaganda, interés por la tecnología y despreciaba los valores tradicionales.
Rasgos del Fascismo:
- Supremacía del partido y el líder
- Primacia del Estado
- Racismo
- Autarquía
- Política exterior agresiva
- Corporativismo
El Fascismo Italiano
El primer régimen fascista se instauró en Italia en 1922. El fascismo reclamó los territorios fronterizos que consideraban suyos. Para atacar al movimiento obrero, Mussolini creó una organización paramilitar que transformaría en el Partido Fascista. En 1922, a pesar de su fracaso electoral, Mussolini organizó una demostración de fuerza: la Marcha sobre Roma. El Gobierno dimitió y el rey recurrió a Mussolini, quien instauró una dictadura mediante la manipulación electoral y la eliminación de la oposición.
El régimen adquirió rasgos totalitarios:
- Mussolini se proclamó caudillo supremo
- Se adoptó una política exterior agresiva
- Se fundaron sindicatos corporativos
Los Felices Años Veinte
Una de las razones de todas las innovaciones que se produjeron fue la racionalización de la producción, que abarató los costes. El trabajo se organizó para ser más eficiente, la producción se estandarizó y masificó.
La subida del nivel de vida se traducía en nuevos hábitos de consumo. Las empresas utilizaron la publicidad y la moda para fomentar el consumo.
De la Prosperidad al Crac: Una Economía Frágil
En los años 20, la riqueza estaba repartida de manera muy desigual. Las clases medias se sentían atraídas por el nivel de vida de las altas clases. La abundancia disparó el consumo, pero esa prosperidad aparente se basaba en el endeudamiento.
Uno de los sectores donde más se hacía visible la insuficiencia del sistema era la agricultura. Durante la guerra, muchos países neutrales habían aumentado la superficie cultivable para atender la demanda de los beligerantes. Al acabar la guerra, la producción se disparó y los precios cayeron en picado; muchos agricultores se arruinaron y perdieron sus tierras.
La Burbuja Especuladora
El desencadenante de la crisis fue una burbuja de especulación en la bolsa de Nueva York, la mayor del mundo. Las ganancias fueron muy provechosas. Muchos pequeños ahorradores que nunca habían invertido en el mercado bursátil se lanzaron a ello.