Auge y Poder de Pompeyo en la República Romana Tardía
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El Ascenso de Pompeyo en la República Romana Tardía
Las décadas posteriores a la muerte de Sila se caracterizan por el ascenso de figuras como Pompeyo, en quien el Senado delegó la responsabilidad de solucionar los graves problemas militares que aquejaban a Roma, lo que a su vez revela la crisis del sistema tradicional de magistraturas.
Las Victorias Militares de Pompeyo
Pompeyo fue enviado a Hispania para sofocar la rebelión de Sertorio, partidario de Mario. Posteriormente, junto a Marco Licinio Craso, sofocó la revuelta de los esclavos, liderada por Espartaco, que había puesto en jaque a las propias legiones romanas. Pompeyo se convirtió así en la figura más destacada de la República. Era popular, capacitado y tenía leales seguidores entre los soldados, el pueblo y en las provincias, donde había tratado con respeto a las poblaciones nativas. En el año 70 a. C., Pompeyo y Craso fueron elegidos cónsules. Poco después, a Pompeyo se le otorgó un mandato extraordinario para acabar con la piratería, tarea que culminó con gran éxito. Tras ello, el Senado le encomendó el mando del ejército que combatía a Mitrídates VI del Ponto, quien había reanudado la guerra contra Roma.
Las Conquistas en Oriente y la Consolidación del Poder
En su expedición a Oriente, Pompeyo venció a Mitrídates, conquistó toda Anatolia y Siria, y avanzó por el sur hasta Jerusalén, tomándola en el 63 a. C. Creó y amplió varias provincias (Siria, Bitinia y Ponto, Cilicia) y creó un "escudo protector" de reinos vasallos de Roma. Se apoderó de un cuantioso botín y otorgó a sus soldados un donativo equivalente a 12 años de paga (1.500 denarios).
La Crisis en Roma y el Triunvirato Emergente
Mientras tanto, en Roma se experimentaba una creciente crisis económica y política. En ese ambiente destacan las figuras de Craso, Cicerón y el joven Cayo Julio César.
Marco Tulio Cicerón
Marco Tulio Cicerón, brillante orador, escritor y político, fue un homo novus que llegó al consulado representando al sector conservador de los optimates. Durante su mandato descubrió la conjuración encabezada por Lucio Sergio Catilina para intentar dar un golpe de Estado, aupado en la promesa de reformas agrarias y la cancelación de las deudas.
Marco Licinio Craso
Marco Licinio Craso era un aristócrata protegido por Sila, que se había enriquecido extraordinariamente con las proscripciones. Representaba los intereses del sector de los equites, donde tenía extensas clientelas, y financió la carrera política del joven Cayo Julio César con el fin de conseguir sus propios fines políticos.
Cayo Julio César
Cayo Julio César era un joven aristócrata de una antigua familia patricia, pero ligado por lazos familiares a Mario. En los años 60 a.C., se esforzó por ganar popularidad, cultivando el recuerdo de Mario, pero sin descuidar las relaciones con Pompeyo y Craso, entre quienes supo moverse con astucia.
La Violencia Política y el Retorno de Pompeyo
Durante esta etapa, la violencia se convirtió en un mal endémico en la vida política de Roma: las bandas armadas incontroladas intensificaron su actividad en la ciudad, donde la fuerza policial era insuficiente para mantener el orden.
A finales del 62 a. C., Pompeyo regresó a Roma para celebrar su triunfo. Esperaba que el Senado ratificara sin dificultades su ordenamiento en Oriente y que proveyera de tierras a sus veteranos. Pero estas peticiones chocaron con la resistencia del Senado, temeroso de otorgar tanto prestigio y poder a un solo hombre. Su negativa provocó una profunda crisis política que desembocaría en la desintegración de la República.