El Barroco Español: Arte, Contexto Histórico y Características
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Contexto Histórico
España vive desde finales del siglo XVI y durante el siglo XVII una crisis económica y política que le hace perder su hegemonía en Europa. Sin embargo, es un periodo de esplendor cultural conocido como "Siglo de Oro". En España se implantan de forma especial las ideas contrarreformistas gracias al propio monarca, Felipe II, que las impone a través de la Inquisición y la fuerza que ha adquirido la Iglesia católica española al extender el catolicismo por tierras americanas. Además, los jesuitas españoles fueron los principales defensores de la ortodoxia en el Concilio de Trento.
El arte barroco es principalmente un arte religioso propagandístico y de gran arraigo popular, ya que utiliza un lenguaje realista, fácilmente comprensible, que llega a los sentimientos de un pueblo agobiado por la crisis y que acude al arte y a la literatura como forma de huida de la realidad.
Como la burguesía es casi inexistente, la producción artística será financiada por la Iglesia, la alta nobleza o la Corte –menos afectados por la crisis– que impondrán un estricto control a los artistas.
La Escultura Barroca Española
La escultura barroca española tiene rasgos originales respecto a la del resto de Europa:
- La temática es religiosa (raramente mitológica o de exaltación real).
- Las imágenes se colocan en retablos y altares y se sacan en las festividades religiosas, sobre todo en las procesiones de Semana Santa.
- Gran realismo (tipos cotidianos, uso de postizos) y gran expresividad en rostros y manos para conmover y emocionar a los espectadores.
- Dinamismo conseguido con las composiciones diagonales y los escorzos.
- El material empleado, casi exclusivamente, es la madera policromada (imaginería).
- Importancia de los ropajes para los que muchos autores usan el estofado.
Es la principal manifestación de una religiosidad exterior, aparatosa y teatral, fomentada por la Contrarreforma, típica de la sociedad española del momento. La imaginería es la principal aportación española al Barroco.
La introducción del movimiento se consigue con el uso de líneas diagonales en la composición y los escorzos.
Pintura Barroca Española
Escasez de temas. La mayoría son temas religiosos contrarreformistas (dogmas atacados por los protestantes: Inmaculada, martirios y milagros de los santos, éxtasis místicos, etc.) ya que los artistas españoles trabajan para las instituciones eclesiásticas. La Corte y la nobleza prefieren a los extranjeros. La excepción es Velázquez que trata todos los temas (retratos, mitológicos, paisajes) y Ribera que trabaja en Italia. El bodegón y el retrato tienen bastante importancia.
- El artista es considerado un artesano con poca consideración social (excepto Velázquez).
- La forma de expresión es el realismo de fuerte expresividad ya que la Contrarreforma impone un lenguaje claro y efectista. En la composición, predomina la “diagonal barroca”. Importancia del color, la luz, y la perspectiva.
- En la primera etapa de todos los pintores la luz es tenebrista –influencia de Caravaggio– y los colores oscuros; después buscan una luz más real para tratar de representar la atmósfera y aclaran los tonos de la paleta; también pasan de la perspectiva lineal a la aérea.
Arquitectura Barroca Española
El estilo barroco se implantó tarde en España por la gran influencia de la arquitectura de El Escorial en el primer tercio del siglo. No puede hablarse de arquitectura barroca hasta mediados del S. XVII, aunque el estilo se mantendrá durante gran parte del S. XVIII.
El rasgo que mejor define al barroco español es el dinamismo, pero no tanto por la estructura y los elementos constructivos (como era el caso de Borromini) como por el papel que adquiere lo decorativo. Las plantas y los muros son preferentemente rectilíneos contrastando con la acentuación de la riqueza ornamental, que cubre superficies enteras, tanto en el interior de los edificios (retablos, revestimientos de paredes y techos) como en la fachada. La pasión por lo decorativo, un rasgo característico de la arquitectura española (islámica, gótico final, plateresco), llega en el barroco a su mayor grado de fantasía.
Gran parte de la actividad constructiva del Barroco español consistió en acabar o enriquecer con torres, sacristías, retablos o fachadas obras existentes de otros estilos (un ejemplo de esto es la Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela).