La Batalla Naval entre Lisandro y los Atenienses

Clasificado en Griego

Escrito el en español con un tamaño de 3,01 KB

Lisandro a la noche siguiente

cuando era el alba les ordenó que embarcaran en las naves habiendo desayunado, por otro lado habiendo preparado todas las cosas para la batalla naval y poniendo al lado unas defensas advirtió que se moviese de la formación ni zarpase.

Los atenienses con la salida del sol

se colocaron en orden para una batalla naval frente al puerto. Como Lisandro no salió a la mar y era por la tarde, navegaron de nuevo hacia Egospótamos.

Lisandro ordenó que las más rápidas de las naves

persiguieran a los atenienses y que tan pronto como desembarcaran, habiendo observado lo que hacían, volvieran y le informaran. Y no dejó que desembarcaran de las naves hasta que llegaron estas e hizo estas cosas durante 4 días y los atenienses salían a la mar.

Habiendo observado alcibiades desde los muros

que los atenienses por un lado estaban anclados en una playa y frente a ninguna ciudad y que iban a buscar provisiones desde sesto a 15 estadios de las naves, por otro lado los enemigos tenían todo en un puerto cerca de una ciudad, les dijo que no estaban anclados en un buen sitio sino que les aconsejaba cambiar de fondeadero a sestoo ante un puerto y una ciudad.

Estando allí lucharéis cuando queráis

Los generales, principalmente Tideo y Menandro, ordenaron que se marchara: pues ellos eran ahora los generales no él. Entonces él se fue.

Lisandro seguidamente dió la señal de que navegaran

lo más rápido posible y también Tórax avanzó con la infantería. Cónon viendo el ataque naval dió la señal de ayudar a las naves con toda su fuerza. Dispersos los hombres... unas naves estaban con dos bancos de remeros otras con un solo banco y otras completamente vacías. La de Cónon y las otras 7 completas alrededor de él se hicieron a la mar juntas y también la Páralo, pero Lisandro atrapó a todas las demás junto a la costa. A la mayoría de los hombres los apresó en tierra. Algunos incluso huyeron hacia las pequeñas fortificaciones.

Cónon huyendo con las nueves naves

después de darse cuenta de que los asuntos de los atenienses estaban perdidos, parándose en Abarnide, cabo de Lampsaco, capturó allí las velas grandes de las naves de Lisandro y él mismo partió con ocho naves hacia Chipre junto a Ebágoras y la Páralos hacia Atenas para comunicar lo sucedido.

Lisandro condujo las naves

, los prisioneros y todas las demás cosas a Lampsaco y capturó también al resto de los estrategos incluidos Filocles y Adimanto. En el día en el que esto se llevó a cabo, envió a Teopompo el pirata mileso a Esparta a comunicar lo sucedido, el cuál habiendo llegado al tercer día, lo comunicó.

Después de esto Lisandro

habiendo reunido a los aliados ordenó deliberar sobre los cautivos de guerra. Allí surgieron muchas acusaciones contra los atenienses, lo que habían hecho en contra de las leyes y lo que habían votado hacer, si vencían en la batalla: cortar la mano derecha de los prisioneros.

Entradas relacionadas: