Características y exponentes del Cubismo
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Características del Cubismo
No se trata ya de captar sensaciones, sino de organizar y estructurar las formas que se ven de acuerdo con un determinado proyecto. Los objetos se descomponen en planos, a la vez que se intenta representarlos desde varios puntos de vista simultáneamente. Rechazo del sistema de perspectiva convencional (rechazo de las formas tradicionales de la perspectiva renacentista) la luz desaparece. El pintor ya no se sale al aire libre, como en el Impresionismo para buscar temas nuevos, sino que pinta la primera cosa que se encuentra en el taller, en esencia bodegones o naturalezas muertas. La independencia definitiva del objeto artístico con respecto a la naturaleza que representa. La introducción por primera vez en el arte plástico de la cuarta dimensión, es decir, el tiempo. Poco interés por el color por lo que las obras son monocromas a base de ocres, grises y verdes. La reducción de la realidad a sus facetas geométricas fundamentales. La importancia de la idea pensando solo en las formas esenciales.
Cubismo analítico
El objeto se analizará descomponiéndolo en múltiples planos, resultando una apariencia de cubos o poliedros como reflejo de la multiplicidad de ángulos de visión. El volumen y la profundidad de los objetos desparecen ante la infinidad de fragmentos en que se descomponen, a modo de cristalinos reflejos de la realidad. Unos planos nos acercan detalles lejanos o menores y otros nos alejan los que en la figuración al uso debían estar en primer plano. La visión frontal y lateral se superponen en planos contiguos, que se mezclan e invaden. La paleta cromática se irá reduciendo a pardos, tierras y grises.
Cubismo sintético
Llegados al punto de casi perder pie con la figuración, con la naturaleza, los cubistas reaccionan. A partir de ahora no se tratará de descomponer todo el objeto en facetas, sino de hacer una síntesis de sus elementos más importantes o de sus fragmentos esenciales. Los temas principales serán las naturalezas muertas (instrumentos musicales, bodegones, mesas de café…). Algunos tendrán una base de collage.
Picasso
Tras sus primeras obras de formación en la Barcelona modernista, Al principio es un pintor sin una línea definida. Comienza su primer periodo relevante como pintor entre 1901 y 1904. Es el periodo azul, caracterizado por el predominio de la paleta fría de tonalidades azuladas y por la preferencia por los temas tremendistas y patéticos relacionados con la pobreza española del momento. En 1904 se instala en París e inicia su periodo rosa, abandonando el patetismo inicial y la fría paleta azul, dejando paso a una serenidad más clásica y equilibrada. A partir de 1906, se adentra en las investigaciones cubistas que le harán universalmente famoso. En este mismo año, Picasso termina una obra que ya se puede clasificar de protocubista: Las señoritas de Avignon. Su investigación cubista se ve bruscamente frenada con el inicio la Primera Guerra Mundial. Pese a que el cubismo siempre tendrá cabida en sus obras, Picasso hará gala de infinitas posibilidades de expresión artística. Quizá la obra más reconocida del maestro llegó como encargo para el pabellón de la España de la República en la Exposición Internacional de París de 1937, para el que pinta su célebre Guernica.
Max Ernst
Llegó a ser uno de los principales exponentes del Surrealismo utilizando la técnica del frotagge. Consiste en frotar una mina de plomo o lápiz sobre un papel que se apoya en un objeto y se deja así su huella en dicho papel, con todas sus irregularidades. Las imágenes surgidas aparecerán cargadas de misteriosas evocaciones, de signos de catástrofe y desolación. Ciudades, Europa después de la lluvia. Pionero del movimiento dadaísta y también del surrealista, inventor de lo que por los comienzos del siglo XX fueron técnicas tan sofisticadas como el collage, el frottage, el grattage y la decalcomanía.
Magritte
Provoca el choque emotivo de color aplicado a formas realistas puestas en lugares y momentos inverosímiles. Realiza absurdas combinaciones de paisajes, arquitecturas, esculturas, ambientes externos e internos. En El tiempo detenido muestra el interior de una habitación en el que un tren sale llameante de una chimenea doméstica. La voz de los vientos es la premonición de una amenaza, un grupo de globos pesados que flotan y son símbolo de algo que puede aplastar. A diferencia de estos, Magritte no buscaba dar expresión al subconsciente, sino romper con los convencionalismos para representar la realidad.