El Clasicismo del siglo XV y la Evolución Artística de Goya
Clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 3,41 KB
El Clasicismo en la Arquitectura del Siglo XV
El siglo XV representa el auge del clasicismo y la búsqueda de la perfección en la arquitectura. Los edificios se convierten en emblemas, no solo por su técnica impecable, sino también por su simbolismo.
Planta Centralizada
Entre 1500 y 1525, el clasicismo alcanza su plenitud. Se observa una preferencia por la planta centralizada, tanto en grandes como en pequeñas construcciones.
Evolución de la Arquitectura Religiosa y Civil
A partir de 1525, la arquitectura religiosa y civil toman caminos distintos. La arquitectura religiosa, influenciada por el Concilio de Trento, regresa a la tradicional planta longitudinal. Por otro lado, la arquitectura civil, especialmente en palacios y villas, se ve influenciada por el manierismo, un estilo más comedido en el ámbito religioso.
Francisco de Goya: Evolución Artística
1. Etapa Sevillana: Tenebrismo y Realismo
Las primeras obras de Goya se caracterizan por un estilo tenebrista, con colores oscuros y terrosos (ocres y marrones). Demuestra una gran habilidad para capturar la esencia de los objetos y el realismo de los personajes. La influencia de Caravaggio es evidente, hasta el punto de que se le llegó a conocer como "el segundo Caravaggio".
En esta etapa inicial, Goya presenta algunos defectos juveniles, como contornos secos y duros, un claroscuro excesivo, una paleta de colores monótona y un dominio limitado del paisaje y el ambiente.
Aunque realiza algunas obras religiosas, como La Adoración de los Magos, predominan los temas realistas. La Vieja friendo huevos es un ejemplo de ello, una obra que se asemeja más a una naturaleza muerta, un inventario de utensilios de cocina con tonalidades cálidas como marrones, ocres, amarillas y naranjas. En El Aguador de Sevilla, Goya interpreta la alegoría de las tres edades del hombre con una composición audaz, dominada por la verticalidad y los círculos que forman las tres cabezas.
2. Etapa Madrileña: Ascenso en la Corte
Tras su traslado a Madrid, Goya ingresa en la Corte y rápidamente alcanza el éxito. En 1623, es nombrado pintor de cámara y comienza a abandonar el tenebrismo.
Los Borrachos o el triunfo de Baco, un cuadro mitológico, caracteriza esta etapa. Goya trata con ironía la parodia de un episodio mitológico, representando pícaros personajes de la calle presididos por un Baco semidesnudo, cuyo manto rojo con pliegues blancos resalta sobre el resto.
3. Etapa de Influencia Veneciana
Después de la primera visita de Rubens a Madrid en 1630 y de su primera estancia en Roma, Goya se ve influenciado por la pintura veneciana. Abandona el tenebrismo y comienza a interesarse por el color, la perspectiva aérea y el desnudo.
La Fragua de Vulcano refleja esta nueva etapa. En esta obra mitológica, tratada con naturalismo y sin ampulosidad, las figuras se escalonan en el espacio en una composición vertical que busca la profundidad. Aunque predominan los colores cálidos, los matices luminosos son más ricos y los rostros de los personajes muestran una gran intensidad expresiva. El tema de la obra refleja la espontaneidad de la noticia de un adulterio.