Comportamiento Humano: Instinto, Aprendizaje y Motivación
Clasificado en Psicología y Sociología
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Entendemos por conducta la reacción (R) ante un estímulo (E), ya sea interno o externo. Esta puede ser observada, comprobada y analizada por cualquier espectador externo. En cambio, ningún observador privilegiado, excepto yo mismo, puede conocer lo que pienso o lo que siento cuando contemplo una obra de arte. Ésta es la principal diferencia entre las dos vertientes del comportamiento.
Conducta Instintiva vs. Conducta Abierta
La conducta puede ser instintiva o abierta. Es instintiva cuando la reacción ante un estímulo es idéntica en todos los miembros de la especie. Es una pauta de respuesta biológicamente determinada y rígida. Hablamos de respuesta abierta cuando la reacción no está biológicamente prefijada. Por este motivo, el mismo estímulo puede desencadenar reacciones diferentes, incluso en un mismo individuo. Estas varían entre los individuos debido a las diferencias culturales y sociales que originan el aprendizaje.
La Motivación
Si en el ser humano la regulación instintiva no puede explicar todas las conductas, a menudo, cuando una acción nos resulta incomprensible, nos preguntamos por los motivos de su acción. Los motivos son aquello que da sentido y hace comprensible la conducta de los demás. Podríamos definirlos como cualquier factor que mueve o empuja a un individuo a comportarse y actuar de la forma en que lo hace. Los motivos acostumbran a ser estados o procesos mentales del individuo que actúa. Son inobservables y pueden constituir un misterio para el espectador externo que ve lo que hace el otro, pero desconoce por qué lo hace. Muchos autores han intentado clasificar los principales motivos que empujan al ser humano a actuar. Esta tarea es bastante complicada, precisamente debido al carácter abierto e indefinido del ser humano: cada persona es un mundo y actúa por razones en ocasiones incomprensibles para los demás.
Según la teoría homeostática de la motivación, el ser humano busca fundamentalmente su equilibrio (homeostasis). Por ello, cuando una necesidad o una molestia perturba al individuo, se produce un desequilibrio que hace reaccionar al organismo para restablecer el orden perdido. Esta teoría funciona en lo que concierne a los impulsos fisiológicos como el apetito, la sed... Sin embargo, lo que mueve al ser humano no siempre son necesidades biológicas, pues en muchas ocasiones actuamos en detrimento de ellas.
Clasificación de los Motivos
Motivos Primarios:
- Tienen una base biológica.
- Son innatos.
- Se corresponden con las necesidades fisiológicas más elementales.
- Son comunes a todos los seres humanos.
- Los compartimos con los animales.
Motivos Secundarios:
- Tienen una base cultural y social.
- Se transmiten por medio de la educación.
- Pueden ser exclusivos de una cultura o sociedad, incluso de un solo individuo.
- Son específicos de los humanos.
- Relacionados con el bienestar.
La Desmotivación
Es uno de los elementos más perturbadores del comportamiento. Cuando, por las razones que sea, no tenemos motivos o bien éstos son débiles, la consecuencia es la desgana o inacción. Eso aún se hace más patente cuando la acción que nos convendría llevar a cabo requiere un esfuerzo y un sacrificio por parte del individuo. En estos casos, si no hay nada que empuje al sujeto para que se entregue a una tarea poco gratificante, el resultado es la pasividad o la falta de compromiso y de implicación con lo que hace. Acciones como estudiar, trabajar o ahorrar son mucho más llevaderas si detrás hay una motivación que las incentive e impulse.