Conceptos Clave de Historia del Arte: Desde la Antigüedad hasta la Edad Media
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Glosario de Términos Artísticos
ÁBSIDA: Espacio abovedado, semicircular o poligonal, en el final de la nave central de una basílica o de una iglesia, situado por lo general en el testero o extremo oriental del edificio, contribuyendo al desarrollo de la cabecera del mismo. Suele estar cubierta con bóveda de horno o de cuarto de esfera.
ARCO DE MEDIO PUNTO: Arco formado por una semicircunferencia, con un solo centro a la altura de la línea de impostas. Es el arco más común, típico del arte romano, románico, renacentista y neoclásico.
ARQUITRABE: Elemento horizontal en la parte inferior del entablamento de un edificio clásico, que apoya directamente sobre los capiteles y sirve, a su vez, de apoyo para el friso.
BAJORRELIEVE: Escultura realizada sobre una superficie de la que sobresale menos de la mitad de su volumen.
BASE o BASA: Parte inferior de la columna sobre la que se asienta el fuste.
CANON: Regla o medida considerada correcta y armónica, que regula las proporciones de la arquitectura, de la escultura y de la pintura, de acuerdo con un modelo ideal establecido. Se trata de una relación matemática que sirve de módulo o medida entre los elementos que integran cada una de las partes, las partes entre sí, y estas en el conjunto.
CAPITEL COMPUESTO: Es una combinación del jónico y el corintio. Los acantos del corintio se combinan con las volutas jónicas y presentan una decoración variada, generalmente de motivos vegetales.
CAPITEL CORINTIO: Capitel clásico que, en torno a un cuerpo cilíndrico con forma de campana invertida, desarrolla una decoración vegetal basada en dos filas de hojas de acanto superpuestas y caulículos en los cuatro ángulos superiores que parten de unos finos tallos. Remata en un ábaco rectangular de lados cóncavos.
CAPITEL DÓRICO: El capitel clásico más antiguo. Consta de collarino (anillo estrecho de transición entre el fuste y el equino), equino (circular y convexo, con la función de pasar de la sección circular del fuste a la cuadrada del ábaco), y ábaco (pieza cuadrada sobre la cual se apoya el arquitrabe).
CAPITEL JÓNICO: Capitel clásico que consta de equino adornado con ovas, de volutas en forma de espiral, su elemento más característico, y un ábaco muy fino, sobre el que asienta el arquitrabe.
CONTRAPPOSTO: Término italiano, que significa oposición armónica de las diversas partes del cuerpo humano en una escultura o en una pintura, especialmente cuando alguna de ellas se encuentra en movimiento o tensión, estando sus simétricos en reposo. Es típico de la escultura griega clásica y fue retomado posteriormente por los escultores renacentistas.
CORNISA: Parte superior y saliente de un entablamento. / Moldura horizontal en el exterior de la fachada que señala la separación entre plantas de un edificio.
CÚPULA: Bóveda generada por la rotación de un arco que cubre una superficie redonda, cuadrada, poligonal o elíptica.
CURVA PRAXITELIANA: Postura ideada por el escultor griego Praxíteles para dotar de vida a sus esculturas. El peso del cuerpo recae en una de las piernas al tiempo que se inclina la cadera opuesta, resultando así un desequilibrio, caracterizado por una línea ondulante –como una S invertida- que recorre toda la figura, dotándola de un ritmo flexible.
ENTABLAMENTO: Parte horizontal superior que remata un edificio clásico. Se compone de arquitrabe, friso y cornisa.
ÉNTASE: Avultamiento intencionado en un tramo del fuste de una columna, con el fin de corregir la ilusión óptica de concavidad derivada de un fuste recto.
ESCULTURA DE BULTO REDONDO/ EXENTA: Aquella que no está adosada a ninguna superficie y que se puede contemplar desde todos sus ángulos.
ESTATUA ECUESTRE: Representación escultórica de una figura humana a caballo.
ESTILO: Modo o manera particular de hacer de un artista, grupo o escuela, de una época o de un lugar determinados, que presentan una serie de trazos formales constantes y duraderos, reconocibles e individualizables. Se trata de una convención historiográfica, nacida para facilitar la identificación y la referencia, y desarrollada desde mediados del siglo XIX, una vez que la historia del arte se consolida como disciplina académica.
FRISO: Parte media del entablamento clásico, entre el arquitrabe y la cornisa. Puede ser liso o decorado con motivos escultóricos. En la orden dórica está dividido en triglifos y metopas. En el resto de los casos, es una franja continua lisa o en relieve ornamental.
FUSTE: Elemento vertical de una columna o pilastra situado entre la base o la estilóbata y el capitel.
MÉTOPA: Espacio generalmente cuadrado que aparece en el friso del entablamento dórico, entre dos triglifos. Pueden tener decoración esculpida o no.
PIAR: Soporte vertical exento, como la columna, pero de sección cuadrada o poligonal, que sirve de apoyo a arcos, bóvedas y arquitrabes.
PILASTRA: Pilar adosado o embutido parcialmente en un muro. Puede tener función de columna, y las proporciones de esta, o servir de contrafuerte, pero, por lo general, no tiene función estructural sino decorativa.
RETRATO: Representación pictórica, escultórica o fotográfica de la efigie de una o varias personas. / Género basado en esa representación.
TÉCNICA DE PAÑOS MOJADOS: Técnica de la escultura griega antigua por la cual se insinúa la anatomía del cuerpo, representado como si acabase de salir del baño.
TÍMPANO: En la arquitectura clásica, espacio interior de un frontón, que generalmente se decora con figuración escultórica. / En las portadas de las iglesias románicas y góticas, espacio entre el dintel y la arquivolta de mayor radio, que por lo general acoge una representación escultórica.
TRIGLIFO: Rectángulo surcado por tres acanaladuras verticales, que sobresale y decora el friso del entablamento dórico, alternándose con las metopas.
Contextos Históricos en el Arte
Grecia Clásica
Obras de referencia: Partenón, Templo de Atenea Niké, Erecteion, Discóbolo, Doríforo, Metopas, Hermes, Apoxiomeno.
La Grecia clásica sentó las bases de la cultura occidental gracias a sus contribuciones en filosofía, literatura, política, medicina y arte. Destacaron figuras como Sócrates, Platón, Aristóteles, Homero, Sófocles e Hipócrates, así como el desarrollo de la democracia ateniense. Aunque el territorio de la Grecia antigua era más amplio que el actual, incluyendo islas mediterráneas y Asia Menor, las ciudades-estado o polis funcionaban de forma independiente hasta que Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro Magno lograron la unificación y expandieron la cultura griega al conquistar el Imperio persa.
La época clásica (siglos V-IV a.C.) comenzó con las Guerras Médicas, donde las polis griegas vencieron al Imperio persa, lo que fortaleció especialmente a Atenas. Bajo el liderazgo de Pericles, Atenas vivió un período de hegemonía cultural y artística, conocido como el "Siglo de Pericles". Sin embargo, este esplendor terminó con las Guerras del Peloponeso entre Atenas y Esparta, que marcaron el inicio de la decadencia griega. Tras la muerte de Alejandro Magno en el 323 a.C., comenzó la época helenística, caracterizada por la división del territorio en reinos independientes como Egipto, Siria o Macedonia, y un gran desarrollo cultural impulsado por ciudades cosmopolitas como Alejandría.
La cultura griega se define por su antropocentrismo y su búsqueda de la belleza ideal. El antropocentrismo situaba al ser humano como eje de todas las manifestaciones culturales, con un arte que reflejaba las proporciones humanas y estaba pensado para el disfrute humano, no para deidades. Por otro lado, la búsqueda de la belleza ideal se basaba en principios racionales, como la proporción áurea, y aspiraba a la perfección y la armonía, desarrollando cánones de proporciones ideales tanto en arquitectura como en escultura.
Roma
Obras de referencia: Panteón, Teatro de Mérida, Coliseo, Arco de Tito, Acueducto de Segovia.
Roma, que llegó a dominar un vasto imperio en Europa, Asia Menor y el norte de África, tuvo orígenes humildes como una pequeña ciudad del Lacio bajo dominio etrusco, fundada según la leyenda por Rómulo y Remo en el 753 a.C. Con el tiempo, Roma se expandió territorialmente gracias a su organización política, la eficacia de sus legiones y su capacidad para conquistar y asimilar culturas vecinas. Su dominio incluyó tanto el Mediterráneo Occidental, tras derrotar a Cartago en las Guerras Púnicas, como el Mediterráneo Oriental, mediante la conquista de los reinos helenísticos.
La cultura romana integró influencias etruscas y griegas, pero mantuvo un carácter eminentemente práctico y funcional. En el arte, los romanos admiraban y copiaban esculturas griegas, adoptando un proceso de helenización que impregnó su cultura, aunque algunos sectores lo consideraban una humillación frente a la simplicidad y pragmatismo propios del carácter romano. Este enfoque práctico también se reflejaba en sus construcciones, concebidas más por ingenieros que por arquitectos, priorizando la utilidad sobre la expresión artística. Los artistas eran vistos como artesanos que dominaban técnicas, más que como creadores individuales.
Imperio Bizantino
Obra de referencia: Santa Sofía.
El Imperio Bizantino, heredero de Roma, se consolidó tras la división del Imperio en el 395, con su capital en Constantinopla. Su cultura combinó derecho romano, civilización griega y cristiandad, destacando por el cesaropapismo, donde el emperador ejercía poder político y religioso. La identidad oriental se reforzó con el griego como lengua oficial y conflictos como el iconoclasta (726-843), que prohibió el culto a las imágenes.
La dinastía macedónica impulsó una segunda edad de oro, pero desde el siglo XI inició la decadencia por la feudalización, ataques externos y la ruptura con la Iglesia de Roma (1054). La cuarta cruzada (1204) debilitó definitivamente el imperio, que sucumbió en 1453 ante los turcos otomanos. El arte bizantino, sin embargo, pervive en la tradición religiosa de los países ortodoxos.
Arte Visigodo
Obra de referencia: Santa Comba de Bande.
La invasión germánica comenzó en el siglo V, con la llegada de los suevos, vándalos y alanos a la Península Ibérica. Los visigodos, inicialmente aliados de Roma, establecieron su reino en Hispania tras derrotar a los suevos. En el siglo VI, unificaron el territorio, se convirtieron al catolicismo y crearon un único código de leyes. La arquitectura visigoda mezclaba influencias hispanorromanas, del Norte de África y Bizancio. El reino visigodo finalizó en el 711 tras la derrota del rey Rodrigo en la batalla de Guadalete, y la península fue conquistada por los musulmanes entre el 711 y el 714.
Arte Asturiano
Obra de referencia: Santa María del Naranco.
En el 711, los invasores árabes derrotaron al rey visigodo Don Rodrigo en la batalla de Guadalete y establecieron Al-Ándalus en la Península Ibérica. Muchos visigodos, en contra de los musulmanes, se refugiaron en las montañas del norte y convencieron a las tribus astures para luchar contra los invasores, formando el Reino de Asturias. El rey Afonso I organizó el reino, trasladando la capital a Oviedo, y la repoblación fue continuada por los reyes Afonso II y Afonso III. El arte asturiano, desarrollado entre finales del siglo VIII y principios del X, es considerado el antecedente directo del Románico, mezclando influencias visigodas, hispanorromanas y carolingias.
Arte Mozárabe
Obra de referencia: San Miguel de Celanova.
El arte de repoblación, también conocido como arte mozárabe, se refiere a las manifestaciones artísticas de los cristianos que, tras la invasión árabe, permanecieron en territorio musulmán, manteniendo su religión gracias a la tolerancia musulmana. El arte mozárabe resulta de una mezcla de influencias cristianas y musulmanas, surgiendo de la convivencia y de las relaciones entre ambas culturas. En el siglo X, con la oposición al Islam y la fuga de mozárabes al norte, su arte pasó a ser asociado a la repoblación de las tierras conquistadas por los reyes cristianos, especialmente en el reinado de Abderramán III.