Conciencia, Ley Moral Natural y Dignidad Humana: Perspectivas Teológicas
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Conciencia y Ley Moral Natural
¿Qué es la conciencia y qué relación tiene con la ley moral natural? La conciencia es el juicio de la razón práctica por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. La conciencia moral es un juicio del entendimiento práctico, es la misma inteligencia que juzga. Este juicio se realiza de acuerdo con unos criterios anteriores a ella, que no crea, sino que descubre. A estos principios se les denomina ley moral natural.
- Ley moral natural: principios generales.
- Conciencia: caso concreto.
La conciencia moral no es autónoma, si por autonomía se entiende hacer su propia ley; si, en cambio, por autonomía se entiende libertad, la conciencia moral es autónoma, en el sentido de que no es lícito nunca coaccionarla. El juicio de la conciencia tiene un carácter imperativo. Existe un vínculo entre verdad y libertad.
Dignidad Humana
¿Qué es la dignidad? La dignidad es algo valioso en sí mismo. Con la palabra "persona" expresamos que cada ser humano posee una dignidad inviolable.
Fundamentos de la Dignidad Humana
¿Por qué somos dignos? Por haber sido hechos a imagen y semejanza de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona. El hombre en su totalidad (cuerpo y alma) es querido por Dios. Hay una identificación entre Dios y todos los hombres, con especial predilección por los pequeños, sufrientes y enfermos. La encarnación y la redención del Hijo de Dios, de Jesucristo, es la manifestación definitiva del valor del hombre ante Dios. Además, Jesucristo nos alcanza la consideración de Hijos adoptivos de Dios. Por tanto, la dignidad humana es dignidad trascendente, fundamentada en Dios, en Jesucristo, en la íntima comunión con Dios a la que estamos llamados, de donde salimos y hacia donde nos dirigimos.
La Persona Humana y su Valor Trascendente
Somos dignos por excelencia, por la perfección intrínseca que poseen y que les coloca por encima y en otro plano del resto de los seres de la naturaleza. A pesar de la espléndida perfección del universo y de los organismos naturales que la ciencia nos muestra de manera cada vez más fascinante, la persona humana los supera de manera radical porque se sitúa en un plano distinto y superior: el de la personalidad y el espíritu. Por eso, solo la persona es digna en sentido radical. También son personas los disminuidos psíquicos, niños no nacidos, recién nacidos, ancianos, enfermos que han perdido el uso de la razón.