Cuencas del Tajo y Ebro: Características y Régimen Fluvial

Clasificado en Geografía

Escrito el en español con un tamaño de 3,3 KB

Características de la cuenca del Tajo

La cuenca del Tajo es amplia, con una superficie de aproximadamente 80.600 km², y cuenta con numerosos afluentes tanto en España como en Portugal. Sus ríos tienden a fluir de forma suave debido a las pendientes moderadas de la meseta, con poca fuerza erosiva y tienen un régimen de caudal irregular, especialmente influenciado por el clima mediterráneo.

El río Tajo, con 1.007 km de longitud, es el río más largo de la Península Ibérica. Nace en la Sierra de Albarracín y desemboca en el océano Atlántico, en la ciudad de Lisboa, formando un amplio estuario. Entre sus principales afluentes destacan el Jarama, Alberche, Alagón y el Guadiela, en la parte española.

El régimen pluvio-nival del Tajo se caracteriza por aportes de nieve en su cabecera, lo cual provoca un aumento del caudal en primavera debido al deshielo y un estiaje en verano cuando las precipitaciones disminuyen considerablemente en la meseta.

El lecho del río Tajo atraviesa zonas de materiales variados, principalmente rocas arcillosas y calizas. En las áreas calizas, se infiltra el agua y se crean acuíferos.

Es una de las cuencas con mayor densidad de población en España, dado que atraviesa la zona metropolitana de Madrid, que depende parcialmente de este río para el abastecimiento de agua. En Portugal, pasa por Lisboa, una de las ciudades más pobladas e importantes del país.

Características de la cuenca del Ebro

La cuenca del Ebro es la más extensa de España, con aproximadamente 85.000 km². Su orientación predominante es este-oeste.

El río Ebro es el río más caudaloso de España y uno de los más largos con 910 km de longitud. Su caudal se nutre de numerosos afluentes, en particular de las aportaciones de los ríos que descienden de los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, que elevan significativamente su volumen de agua.

Nace en Fontibre, en la región de Cantabria, y desemboca en el Mar Mediterráneo a través del delta del Ebro, en Tarragona. Su desembocadura, donde se ha formado un extenso y fértil delta, uno de los más grandes y valiosos de España, con una gran biodiversidad y áreas dedicadas al cultivo de arroz.

Tiene uno de los regímenes fluviales más complejos de la Península, debido a la variedad de aportes y a los diferentes climas que atraviesa a lo largo de su recorrido:

  • En la cabecera, predomina un régimen pluvial oceánico, con máximos de caudal en invierno.
  • En el tramo medio, el régimen es pluvio-nival, con aportes de afluentes de los Pirineos, donde el caudal máximo se produce en primavera a causa del deshielo. Entre los afluentes pirenaicos más destacados están el Segre, Cinca y Gállego.
  • En el tramo final, se acentúan las características de un régimen pluvial levantino, con picos de caudal en otoño por las lluvias torrenciales características de la región y un estiaje acentuado en verano.

La cuenca del Ebro cuenta con un gran número de embalses y presas que regulan el caudal y permiten el abastecimiento de agua para riego agrícola y producción de energía hidroeléctrica.

Entradas relacionadas: