Cuidados y Recuperación Postoperatoria: Claves para una Evolución Exitosa

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Cuidados y Recuperación Postoperatoria: Claves para una Evolución Exitosa

Fase Postoperatoria: Definición y Objetivos

El postoperatorio es el periodo comprendido entre el final de la intervención quirúrgica y el alta definitiva del paciente. El objetivo principal es vigilar la aparición de complicaciones y promover la correcta recuperación del paciente.

Postoperatorio Inmediato

El postoperatorio inmediato abarca las primeras horas tras la cirugía. Requiere una observación minuciosa y constante, ya que es un período crítico en el que puede presentarse inestabilidad hemodinámica.

Acciones Esenciales en el Postoperatorio

Las acciones específicas postoperatorias incluyen:

  • Mantener la oxigenación y permeabilidad de la vía aérea.
  • Monitorizar las constantes vitales (frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno, temperatura).
  • Administrar sueroterapia y fármacos según prescripción médica.
  • Satisfacer las 14 necesidades básicas del paciente (alimentación, higiene, eliminación, etc.).
  • Proporcionar seguridad y comodidad al paciente.
  • Prevenir complicaciones (infecciones, trombosis, etc.).

Valoración en la Unidad de Recuperación Postanestésica (REA)

La valoración en la REA incluye:

  • Estado neurológico: Nivel de consciencia, tamaño y reacción de las pupilas.
  • Respiración y tórax: Detección de disnea, control de la saturación de oxígeno, auscultación pulmonar.
  • Circulación: Evaluación de la necesidad de hemoderivados.
  • Eliminación: Control de la diuresis, comprobación de la micción espontánea o necesidad de sondaje vesical.
  • Seguridad y movilidad: Valoración de la capacidad de movimiento del paciente.
  • Estado de ánimo: Apoyo emocional y medidas para tranquilizar al paciente.

Manejo de Complicaciones Postoperatorias

Complicaciones Respiratorias

  • Valorar el patrón respiratorio y las constantes vitales.
  • Observar la presencia de disnea (dificultad para respirar).
  • Realizar auscultación pulmonar para detectar ruidos anómalos.
  • Valorar la necesidad de intubación orotraqueal.
  • Administrar oxígeno si fuera necesario.
  • Valorar la coloración de la piel para detectar cianosis (coloración azulada por falta de oxígeno).
  • Valorar la elevación del tórax.
  • Prevenir neumonías: Estimular la ventilación, promover cambios posturales, ejercicios respiratorios y deambulación temprana.

Hipotensión o Sospecha de Hemorragia

  • Monitorizar constantes vitales.
  • Administrar sueroterapia para reponer líquidos.
  • Valorar la necesidad de hemoderivados en caso de hipovolemia (disminución del volumen sanguíneo).
  • Colocación en Trendelemburg (cabeza más baja que los pies) para mejorar la perfusión cerebral.
  • Revisar apósito y buscar puntos de sangrado activo.
  • Valorar la coloración de la piel y mucosas.

Hipertensión

  • Vigilar cifras de presión arterial (P.A.) cada 15 minutos.
  • Buscar signos de edemas en miembros inferiores (MMII).
  • Detectar signos de desequilibrio electrolítico.
  • Observar cambios en el estado mental.
  • Identificar cambios en el patrón respiratorio.
  • Administrar fármacos antihipertensivos prescritos.

Sospecha de Trombosis Venosa Profunda (TVP) o Tromboembolismo Pulmonar (TEP)

  • Valorar disnea, dolor torácico, intensidad y características del dolor.
  • Avisar al médico ante la sospecha de TVP o TEP.
  • Valorar el estado respiratorio y mantener la saturación de oxígeno (O2) por encima del 92%.
  • Colocar al paciente en posición semisentado con la cabeza elevada.
  • Administrar el tratamiento prescrito y preparar al paciente para pruebas de imagen (radiografía, gammagrafía, etc.).

Complicaciones de Dolor

  • Ayudar al paciente a identificar el dolor y sus características.
  • Indicar al paciente que realice respiraciones tranquilas y pausadas.
  • Detectar problemas secundarios que puedan causar dolor.
  • Administrar analgesia prescrita y considerar terapias alternativas (técnicas de relajación, etc.).

Hipotermia

  • Control frecuente de la temperatura axilar o central.
  • Observar la aparición de temblores o convulsiones.
  • Valorar el nivel de consciencia y la aparición de alteraciones hemodinámicas.
  • Utilizar dispositivos para elevar la temperatura (mantas térmicas, etc.).
  • Administrar sueroterapia si la temperatura es inferior a 36ºC.

Hipertermia

  • Control frecuente de la temperatura central.
  • Valorar signos de infección local de la herida quirúrgica.
  • Valorar el estado de los catéteres.
  • No levantar el apósito hasta 24 horas después de la cirugía, a menos que sea estrictamente necesario.
  • Aplicar medidas para bajar la temperatura (compresas frías, etc.).
  • Administrar tratamiento antipirético (medicamentos para bajar la fiebre) según prescripción médica.

Hipertermia Maligna

  • Detectar signos y síntomas como hipertensión, taquicardia, arritmias, rigidez muscular.
  • Avisar inmediatamente al médico.
  • Valorar la necesidad de sedación y conexión a ventilación mecánica con alto flujo de oxígeno.
  • Aplicar medidas para reducir la temperatura (enfriamiento externo, lavado gástrico con suero frío, etc.).
  • Corregir trastornos como la acidosis metabólica.
  • Realizar un balance estricto de la diuresis (control de la cantidad de orina eliminada).

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