Cúpula de Santa María de las Flores: Inicio del Renacimiento en Florencia
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La Cúpula de Santa María de las Flores: Un Hito Arquitectónico
Rematando la cúpula, aparece una linterna inspirada en los edificios circulares romanos y abierta al viento. Se convierte en punto de fuga de una obra que se sitúa a una altura superior a la del resto de las construcciones florentinas del momento. Con ello, se consigue dominar la perspectiva y organizar el espacio urbano. Debemos recordar a este respecto que Brunelleschi fue el descubridor de la perspectiva moderna, como lo atestiguan sus enormes esfuerzos por mejorar los aspectos geométricos y matemáticos en sus obras, en aras de aportar a las mismas una mayor sensación de realismo.
Innovación y Armonía en la Obra de Brunelleschi
Una vez terminada la construcción, se aprecia la capacidad de Brunelleschi para adaptarse a la edificación preexistente, proyectando una obra en perfecta armonía con las líneas góticas en las que se asienta. La cúpula de Santa María de las Flores refleja con sus bellas líneas la nueva época cultural y artística que ahora comienza, introduciendo novedades constructivas basadas en el mundo clásico. Es por ello que se la considera la primera obra renacentista, ya que utiliza los principios clásicos de forma notable. Brunelleschi aprende los fundamentos del arte clásico en Roma, a donde acude con su amigo Donatello, y posteriormente trata de aplicarlos a sus nuevas creaciones. Precisamente, la cubierta del Panteón en la capital italiana se convirtió en el antecedente claro y el ejemplo a seguir para su creación. Posteriormente, su obra tendrá influencias en otras posteriores, aunque será la cúpula de San Pedro en El Vaticano, realizada por Miguel Ángel, su consecuente más directo.
El Renacimiento: Un Nuevo Paradigma Artístico y Cultural
Como se ha señalado, la cúpula de Santa María de las Flores marca el inicio del Renacimiento en lo que al arte se refiere. En este sentido, se antoja fundamental analizar las directrices socio-artísticas que marcaron el período artístico que se prolongó durante los siglos XV y XVI.
El Resurgir de la Antigüedad Clásica y el Humanismo
Primeramente, debe señalarse la relevancia que vuelve a adquirir la Antigüedad Clásica, al socaire del humanismo que ve en la época de Grecia y Roma una etapa de esplendor cultural que se opone al período medieval. El atraso de las artes y la cultura durante el medievo es visto con preocupación. A ello hemos de unirle el nuevo punto de vista de los prohombres del Renacimiento, que situaron al ser humano en el centro de la creación, gozando ahora de la significación que merece. El antropocentrismo se convierte de esta guisa en una de las características más relevantes del momento e impregnará con su espíritu la mayor parte de las manifestaciones culturales del periodo.
El Contexto Socioeconómico de la Italia Renacentista
La particular situación de la Italia bajomedieval, caracterizada por ciudades independientes que pugnan entre sí en pos de la supremacía socioeconómica, le permiten erigirse en un territorio adaptado a la nueva realidad cultural que a partir del siglo XV se atisba en territorio italiano. Debemos destacar la existencia de un entramado económico muy complejo en el que las ciudades italianas florecían merced a su dominio de las técnicas comerciales más avanzadas. A ello debemos agregarle la existencia de una amplia clase media compuesta por comerciantes y artesanos que permiten extender su influencia por todo el Mediterráneo.
La Evolución del Artista en el Renacimiento
En el campo artístico, destaca la concepción que posee el artista, que pasa de ser un mero artesano a un creador. Su nombre aparece junto a su obra y su consideración social aumenta de forma significativa. Se trata de una persona culta que se ha ido formando en talleres de otros artistas, que ha adquirido un bagaje cultural estudiando obras de la antigüedad in situ y que estudian los tratados sobre arte que a partir de este momento empiezan a proliferar por el solar europeo.