Defensoría del Pueblo: Rol, Origen e Importancia en la Protección de Derechos

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La Defensoría del Pueblo es una de las instancias del Poder Ciudadano de Venezuela, en conjunto con el Ministerio Público y la Contraloría General de la República, con sede en la ciudad de Caracas. Su origen se remonta a la Constitución de 1999, donde se reconoce por primera vez al Poder Ciudadano.

Según la Constitución, la Defensoría del Pueblo tiene como finalidad la promoción, vigilancia y defensa de los derechos humanos en el país. Es dirigida por el Defensor del Pueblo, quien se encarga de velar por el buen funcionamiento de la instancia. El Defensor es elegido por una comisión especial de diputados de la Asamblea Nacional por un período de 7 años.

El Defensor del Pueblo es una autoridad del Estado encargada de garantizar los derechos de los habitantes ante abusos que puedan cometer los poderes políticos, en su caso, el poder legislativo de ese mismo Estado. Algunos autores defienden que el Justicia de Aragón es el precursor del Defensor del Pueblo.

Origen e Historia

Existe controversia sobre si su origen procede de la Constitución Sueca, que estableció dicha figura en 1809 para dar respuesta inmediata a los ciudadanos ante abusos de difícil solución por vía burocrática o judicial, o de la figura del Procurador o protector universal de todos los indios de las Indias de 1516. Debido a su popularización sueca, en diversos idiomas se hace referencia a su nombre en sueco: Ombudsman.

En los países hispanohablantes se denomina comúnmente Defensor del Pueblo, mientras que en los países francófonos suele llamarse Médiateur de la République y en las regiones catalanófonas Síndic de Greuges. Algunos países también lo han titulado Defensor de los Ciudadanos.

Diferencias entre Ombudsman y Defensor del Pueblo

Existen diferencias entre el Ombudsman y el Defensor del Pueblo en España, ya que mientras el Ombudsman fue diseñado para supervisar la Administración pública, el Defensor del Pueblo utiliza esta supervisión como instrumento para defender los derechos y libertades fundamentales, tal y como se desprende del artículo 54 de la Constitución española y de su ubicación dentro del Capítulo IV del Título I.

Legitimación y Limitaciones

La legitimación democrática del Defensor del Pueblo es indudable, pues en todos los casos procede de la elección parlamentaria, con mayoría cualificada y tras debate público sobre la figura del candidato. Sin embargo, es independiente del Parlamento, el cual no puede enviarle instrucciones ni cesarle, salvo por causas tasadas.

Se ha señalado en los derechos humanos que la efectividad de esta figura queda limitada por su incapacidad de imponer coactivamente sus decisiones a las autoridades concernidas. Su capacidad de control reside sobre todo en la razonabilidad o persuasión de sus argumentos, por lo que adquiere un carácter más político que judicial. Sin embargo, la experiencia demuestra que buena parte de sus recomendaciones suelen ser atendidas por los poderes públicos.

En algunos países, el Defensor del Pueblo tiene capacidad para presentar acciones o recursos ante la Corte Suprema o el Tribunal Constitucional, en su caso.

Presencia en América

El Defensor del Pueblo se ha desarrollado especialmente en el continente americano, siguiendo el modelo español. Las instituciones del continente se agrupan en la Federación Iberoamericana de Ombudsman, organización muy activa en la defensa de los derechos humanos en la región, que publica anualmente un importante Informe sobre derechos humanos.

Funciones Principales

  • Prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral administrativa.
  • Velar por la buena gestión y la legalidad en el uso del patrimonio público.
  • Velar por el cumplimiento de los principios constitucionales del debido proceso y de la legalidad, en toda la actividad administrativa del Estado.

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