Democracia Directa y el Principio del Gobierno de la Mayoría: Orígenes y Evolución

Democracia Directa y el Principio del Gobierno de la Mayoría

Manifestaciones de la Democracia Directa

La democracia directa se define como el sistema en el que los ciudadanos expresan su voluntad personal sin intermediarios. La titularidad y el ejercicio del poder coinciden en la misma persona. Sus principales manifestaciones son:

• El Referéndum: Mecanismo de ratificación o desaprobación de un texto constitucional o legislativo.
• La Iniciativa Popular: Herramienta mediante la cual la ciudadanía impulsa la legislación sobre una materia concreta.
• El Plebiscito: Consulta extraordinaria referida a la estructura esencial del Estado o Gobierno. (Referéndum y Plebiscito son cauces excepcionales de participación).
• Los Movimientos u Organizaciones Vecinales: Agrupaciones de auge y desarrollo en la actualidad, que buscan influir en las decisiones locales.

Los Principios Básicos de la Democracia: Libertad e Igualdad

Los principios de libertad e igualdad, fundamentales en la democracia, buscan "una identificación lo más perfecta posible entre gobernantes y gobernados, buscando armonizar la libertad e igualdad de cada uno con la libertad e igualdad de todos". Estos principios, a su vez, se sustentan en otros dos grandes principios funcionales:

1. El Principio del Gobierno de la Mayoría: Evolución Histórica

Este principio no fue conocido por los griegos. En la "Ecclesía" o Asamblea Griega, si bien prevalecía el voto o la aclamación de la mayoría, no existía una doctrina que lo sustentara. En una Ciudad-Comunidad, basada en un espíritu común de vida y valores ético-políticos ("koinomía y homoía"), la validación de un principio de desunión como el de la mayoría se consideraba desastroso.

Durante el Medioevo y el Renacimiento, se admitían reglas mayoritarias, pero no el derecho de la mayoría como tal. Un ejemplo de esto son los conventos-fortaleza, donde los monjes, al tener que elegir a sus superiores y no poder hacerlo por herencia o fuerza, desarrollaron reglas de voto secreto y mayoritario.

El Cambio con Locke

En el siglo XVII, la figura de Locke marca un antes y un después. Hasta Locke, la doctrina admitía únicamente el principio de la unanimidad, y no el derecho de la mayoría a prevalecer sobre la minoría. Con Locke, este derecho queda inserto en el sistema parlamentario inglés. Las causas de este cambio, expuestas por Locke en su "Carta sobre la Tolerancia" (1689), son:

• Una concepción pluralista del orden político.
• Los desastres y horrores de las guerras de religión.
• La fragmentación de la fe católica en sectas protestantes.

Surge, en consecuencia, la creencia de que "la diversidad y también el disenso son compatibles con el mantenimiento del conjunto". Se consolida la idea de que "la concordia puede ser también discordia".