Desarrollo infantil: etapas clave de 3 a 15 años

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Desarrollo psicomotor (3 a 6 años)

Crecimiento físico

El ritmo de crecimiento, muy intenso durante los dos primeros años de vida, disminuye progresivamente y tiende a estabilizarse entre los 3 y 6 años. El desarrollo físico se caracteriza por una variación en las dimensiones del cuerpo. En los bebés, la cabeza es más grande en comparación con el cuerpo y las extremidades inferiores son más cortas. En los años siguientes, el crecimiento de la cabeza disminuye y las extremidades crecen de forma importante, aunque a los 5 años aún son cortas en relación con el cuerpo.

Esqueleto

Sufre una calcificación acelerada, por lo que los huesos cobran firmeza, aunque todavía son más blandos y flexibles que en los niños de 6 años.

Musculatura

A partir de los 3 años se produce un incremento de la musculatura.

Dentición

Los primeros dientes de leche aparecen a los seis meses y se completan a los 3 años y medio. A los 6 años se inicia la segunda dentición.

Factores ambientales y genéticos

Hay factores ambientales y genéticos que influyen en el crecimiento. Entre los primeros se encuentran la alimentación, el medio social-cultural y la educación física. El nivel socioeconómico de los padres influye en el crecimiento corporal de los niños. Estudios demuestran que se ha producido un aumento de talla de 5 a 10 cm en los niños de 6 años en comparación con lo que medían los niños a comienzos de siglo. Este aumento se debe a las mejores condiciones de vida y nutrición en sociedades con desarrollo tecnológico e industrial avanzado. Los factores genéticos que actúan sobre el crecimiento son la herencia genética y el sexo. La herencia condiciona parcialmente la talla de los niños. En cuanto al sexo, se aprecian diferencias entre el desarrollo somático de niños y niñas. La musculatura no es tan acusada en las niñas.

Etapas del desarrollo psicomotor

Durante los primeros 2 o 3 años de vida se produce un cambio relevante, acompañado de un proceso de maduración generalizado del sistema nervioso, que se caracteriza por la formación de vainas de mielina que recubren las fibras nerviosas y por un crecimiento de las prolongaciones de las células nerviosas, lo que facilita las relaciones entre las células.

En el tercer año de vida, el niño anda con seguridad, puede acelerar o moderar la marcha, cambiar de dirección y detenerse a su voluntad. Entre los 4 y 5 años tienen gran destreza y finura en los movimientos. Es la edad de la gracia. Los niños de 5 y 6 años se sienten seguros y confían en su fuerza y habilidad corporal.

Movimientos locomotores, manipulativos y de equilibrio

  • Movimientos locomotores:
    • Simples: salto vertical, salto horizontal y carrera.
    • Complejos: combinación de patrones simples; correr, saltar y trepar.
  • Movimientos manipulativos:
    • Propulsivos: fuerza que despliega el sujeto para producir el movimiento de un objeto.
    • Absorbentes: el sujeto ejerce una resistencia para contrarrestar la fuerza del objeto en movimiento.
  • Movimientos de equilibrio:
    • Patrones de estabilidad axiales: basados en la coordinación de constituyentes motores que se ejecutan con distintas partes del cuerpo, como girar la cintura o flexionar el tronco.
    • Patrones de estabilidad estático-dinámico: son patrones de movimiento en los que el control de la estabilidad desempeña un papel muy importante. El control de la localización del centro de gravedad es fundamental.

En la designación de cada patrón se distinguen tres etapas:

  • Fase inicial: se producen los primeros intentos de ejecutar el movimiento con un objeto concreto.
  • Fase de transición: hay una mayor integración de los constituyentes motores del patrón. Los niños entre 3 y 5 años empiezan a dirigir sus acciones interiorizadamente.
  • Madurez: los elementos que integran los patrones se ejecutan con gran precisión y los niños pueden introducir algunas modificaciones, pero siempre conservando el patrón fundamental.

Esto destaca la necesidad de que los niños en edad preescolar se ejerciten en los movimientos básicos para que en edades superiores puedan desarrollar una actividad deportiva. Solo los niños que han tenido la oportunidad de practicar los movimientos fundamentales locomotores, manipulativos y de equilibrio alcanzan un desarrollo armónico.

Construcción del esquema corporal

Al nacer, los bebés no diferencian su cuerpo del entorno. Para ellos no hay una separación entre ambos y desconocen los límites del cuerpo. El conocimiento del propio cuerpo empieza con un conocimiento sensorial, integrado por multitud de estímulos de carácter interno, la estabilidad del propio cuerpo y estímulos táctiles, auditivos y cinestésicos externos.

Esquema corporal: imagen del cuerpo, de carácter dinámico o estático, que proporciona información al sujeto sobre su cuerpo y sobre su orientación en el espacio, lo que le permite actuar con eficacia.

En la construcción del esquema corporal intervienen activamente el espacio ambiental, en el que se sitúan las cosas y nosotros mismos (es el espacio objetivo), y el espacio postural, ocupado por nuestras posturas, nuestras actitudes y nuestros gestos. El eje corporal desempeña un papel muy importante. Este espacio postural es el que da vida al esquema corporal.

Su construcción es un proceso largo. La primera consolidación del esquema corporal se efectúa hacia los 6 o 7 años y se va modificando en los momentos críticos:

  • Antes de los 6 años, los niños confunden delante y detrás.
  • Incapacidad para ejecutar los movimientos cruzados.
  • Tienen dificultad para cruzar el eje de simetría del cuerpo.
  • Homolateralidad (si le dices que con la mano derecha se toque la oreja izquierda, se confundirá).

Si le decimos a un niño de 4 años que haga el movimiento de la marioneta solo con una mano, observamos que no es capaz de inhibir el movimiento de la otra mano y moverá las dos manos. Este fenómeno se llama sincinesia y está relacionado con la edad y la inmadurez del sistema nervioso.

Proceso de lateralización

La lateralización se caracteriza por el predominio de una mano sobre la otra, o de un pie, o de un ojo. En un mismo sujeto, la lateralidad puede ser cruzada. Algunos autores establecen la hipótesis de que existe una doble lateralidad en los niños:

  • Innata: forma parte de la dotación genética del niño y se manifiesta en los gestos espontáneos, no aprendidos.
  • Aprendida: relacionada con la manipulación de los objetos que forman parte de la vida cotidiana.

La mayoría de los objetos están concebidos para diestros, desde las herramientas de trabajo hasta los instrumentos musicales. Antes de los 6 o 7 años no existe preferencia de una mano sobre la otra y, a partir de esta edad, se produce la elección por lo que respecta a la escritura. Los niños ambidextros optan progresivamente por la mano derecha.

Actividad gráfica

Aspectos motores

Un niño de 18 meses hace un barrido oblicuo horizontal si tiene en cada mano un lápiz. A los 2 años ya empieza a hacer movimientos giratorios con una rotación simétrica para ambas manos. Entre los 3 y los 4 años hacen dibujos híbridos y arabescos; es decir, pueden invertir voluntariamente el sentido de la curvatura. Cuando los niños alcanzan este nivel, están en condiciones de aprender a escribir, teniendo en cuenta que la mayoría de las letras presentan un doble sentido en la curvatura. Progresivamente van copiando modelos: a los 3 años, copian un círculo; a los 3 y medio, una cruz; a los 4, un cuadrado; a los 5, un triángulo; y a los 6, un rombo.

Aspectos perceptivos

Antes de los 20 meses hay un predominio de lo cinestésico sobre lo visual en la realización del acto gráfico.

Formación de la función semiótica (2 a 7 años)

La función semiótica es la capacidad de representar algo (un significado cualquiera) mediante la utilización de un significante diferenciado.

El punto de vista de Piaget

Alrededor de los 9 meses, los niños construyen el esquema del objeto permanente:

  • Los significados: lo que el niño quiere representar.
  • Los significantes: la manera o forma utilizada para la representación de los primeros.

Lo que da identidad a la función semiótica son los significantes diferenciados de lo que significan. Piaget introduce una dicotomía entre los significantes:

  • Símbolos: se caracterizan por mantener un vínculo semejante con el objeto representado; tienen un carácter individual, dado que pueden estar formados por sujetos.
  • Signos: tienen carácter arbitrario y convencional, y son adoptados forzosamente por la comunidad; los signos pueden organizarse por sistemas.

La función semiótica conlleva la aparición de cinco conductas: la imitación diferida, el juego simbólico, el dibujo, la imagen mental y el lenguaje:

  • La imitación diferida es la actividad cuya presencia anuncia el paso de la inteligencia sensorio-motora a la inteligencia representativa. Es la imitación de una conducta en ausencia del modelo. La imitación diferida se caracteriza porque el sujeto ha interiorizado la conducta que reproduce.
  • La imagen mental es la imitación interiorizada. Se puede convertir en pensamiento.
  • El juego simbólico es la representación de acciones como si fueran de la vida real.
  • El dibujo es la representación de imágenes internas y externas de la vida real.
  • El lenguaje es un medio de comunicación que le permite relacionarse con su entorno y conseguir aquello que desea.

Función simbólica y socialización

Vygotsky considera que la actividad mental de las personas tiene un origen social; es decir, los signos o instrumentos que utiliza tienen un carácter social y nacen de la interacción con los demás. Las herramientas psicológicas no son inventadas por cada individuo, sino que este tiene acceso a ellas por el hecho de formar parte de un medio sociocultural. Vygotsky insiste, además, en otro aspecto importante en lo que respecta a los procesos psicológicos superiores: la internalización. Es un proceso implicado en la transformación de los fenómenos sociales en fenómenos psicológicos. Por ejemplo, el gesto indicador, que, dirigido al objeto, se convierte en un gesto para los demás.

Bruner considera que hay tres tipos de representaciones, y la interacción entre estos tres es crucial para el desarrollo infantil:

  • Enactiva: es limitada porque está ordenada por secuencias y no es reversible. Se trata de la acción aprendida y que podemos repetir porque está ordenada por secuencias.
  • Icónica: surge cuando el niño es capaz de representar el mundo por imágenes y esquemas espaciales. Suele estar al final del primer año.
  • Simbólica: es la forma más elaborada y más flexible. El lenguaje es lo más significativo de la representación simbólica. El lenguaje permite la creación de símbolos nuevos para representar objetos, eventos… La categorización y la jerarquización son dos rasgos básicos de esta representación.

El juego simbólico

Representa acciones. Hace como si… Representa lo que ve y vive día a día. Los temas representados en el juego por el niño son frecuentemente aspectos de su vida real realizados en otros contextos. Son los juegos preferidos de los párvulos. El niño expresa su nivel de comprensión de la actividad de los adultos, el conocimiento del mundo físico, la vivencia interna de los acontecimientos en los que ha participado y las relaciones sociales en las que está inmerso. El juego simbólico sucede a los juegos sensorio-motores de ejercicio y precede a los de reglas. Tiene un papel crucial en la evolución psíquica del niño y constituye una de las actividades infantiles en las que aparece más claramente la influencia del entorno social. Para Piaget, la importancia del juego simbólico en la evolución psíquica constituye uno de los pilares imprescindibles de la función semiótica. Tiene una función de canalizador privilegiado de las vivencias internas.

Construcción de la función simbólica

De las tres actividades fundamentales en la formación de la función simbólica (la imitación, el lenguaje y el juego simbólico), el juego simbólico es el que contribuye más claramente a la construcción de los significados, según Piaget. Mediante la acción simbolizada, contribuye a enriquecer dicho conocimiento. Cuando el niño juega, la realidad exterior queda, de alguna manera, supeditada y al servicio de sus necesidades cognitivas y afectivas.

Elaboración de vivencias

También desde la perspectiva psicoanalítica se define el juego como actividad puente entre la realidad psíquica interna y el mundo exterior. En el juego, los niños pueden revivir las situaciones y vivencias conflictivas, de forma controlada por ellos mismos, de ahí buena parte de las deformaciones de la realidad.

Representación gráfica

Los sistemas de significantes internos que el niño va construyendo mediante diversas actividades simbólicas tienen una forma privilegiada de expresión externa, que es la representación gráfica. Las diferencias entre cada tipo de representación tienen su origen en la naturaleza del contenido representado:

  • El dibujo es la representación de imágenes internas y externas de la realidad.
  • El lenguaje escrito constituye un sistema de signos que representa, de forma sistemática, otro sistema de signos, que es el lenguaje oral.
  • Los códigos no verbales representan operaciones.

Durante esta etapa, el niño se inicia en los tres tipos de representación, pero los aspectos figurativos dominan sobre los demás. Se ha demostrado con estudios sobre la representación gráfica del número. La imagen mental que se está construyendo en este periodo dominará, durante bastante tiempo, los tres tipos de representación gráfica. El dibujo es la representación gráfica privilegiada para el niño de esta edad.

Proceso de descentramiento

La característica fundamental del pensamiento en esta etapa es la centración. Piaget señala la dificultad del párvulo para considerar otros factores distintos a aquel en el que se ha fijado inicialmente. En esta etapa se tiene un predominio de aspectos perceptivos. El ejemplo claro está en la transformación de los vasos. En conclusión, el centramiento en unos aspectos perceptivos determinados dificulta que el niño considere a la vez otras cualidades ya conocidas por él.

Centramiento espacial

La centración en el propio punto de vista espacial ha sido estudiada por Piaget en esta etapa evolutiva. La prueba de las tres montañas es una de las situaciones propuestas. El niño no es capaz de representarse en su mente lo que ve el muñeco; es decir, es incapaz de prescindir de su propio punto de vista. Esto le pasa porque tiene dificultades en relacionar sus conocimientos. Pero, sin embargo, muy precozmente, el niño es capaz de descentrarse por sí mismo en determinadas situaciones familiares o motivantes, en interacción con el adulto o en las actividades conjuntas con sus compañeros de edad. Numerosas investigaciones han afirmado que la centración es un proceso de progresivo descentramiento, cuyas manifestaciones son más precoces según las condiciones y el contexto en las que se producen. La capacidad de descentrarse de la propia perspectiva espacial ha sido demostrada en diversos trabajos en el niño de esta etapa. Por ejemplo, Hugues, que un muñeco debía esconderse de un guardia.

Descentramiento social y la comprensión del punto de vista de los demás

En las relaciones sociales asistimos a un proceso de descentramiento progresivo. En muchas ocasiones se ve que los niños intuyen e intentan comprender a los adultos o a sus compañeros de edad en estados de preocupación o de enfado. Estudios realizados con niños de 2 años demostraron que solucionaban los conflictos que se creaban entre ellos. Los trabajos realizados en situaciones controladas confluyen en la misma dirección. El primer estudio es ilustrativo de la capacidad del niño para reconocer las emociones de los demás y el segundo, de atribuirles intenciones. Borke propuso a niños de 3 y 4 años la identificación de expresiones y el 60 % lo hicieron bien. Estos datos muestran los primeros progresos del niño en su descentramiento social. Devries estudia la capacidad del niño para interpretar el pensamiento e intención del otro. Devries describe los estadios según las intenciones de los niños encuestados:

  • En el primer estadio, no acaba de entender la finalidad del juego y busca el objeto en la mano que lo ha encontrado anteriormente.
  • En el segundo, no entiende la naturaleza competitiva del juego y cree que se trata de esconder el objeto alternativamente.
  • En el tercero, diferencia claramente sus intereses y los de su compañero como opuestos.
  • En el cuarto, es capaz de tener en cuenta la perspectiva del otro cuando esconde, utilizando una estrategia irregular, pero no cuando es su turno de adivinar.
  • En el último, es capaz de tener en cuenta el pensamiento del otro y también el razonamiento del otro sobre su propio pensamiento.

En definitiva, vemos que los estilos educativos que fomentan la autonomía y la cooperación influyen claramente en el progreso de descentramiento social de cada niño.

Opiniones infantiles sobre la naturaleza

Cuando el niño razona sobre fenómenos complejos, inasequibles para él, como los fenómenos naturales, se produce una indiferenciación entre su propio funcionamiento y el del objeto que intenta conocer. La diferenciación entre el sujeto y el medio en el plano de la acción debe reconstruirse en el de la representación mental. Piaget definió la indiferenciación entre la experiencia subjetiva y el mundo externo como realismo infantil. El artificialismo y el animismo son conceptos del pensamiento infantil, donde, en ocasiones, el niño intenta conocer de la naturaleza lo que él sabe de sí mismo o de la actividad de los adultos.

  • Creencias artificialistas: considerar la acción del hombre como causa de las transformaciones naturales.
  • Tendencias animistas: atribuir vida y reacciones humanas a los objetos inertes.

La tendencia del niño a dar explicaciones de tipo artificialista y animista cuando se encuentran con dificultades para establecer relaciones coherentes de causa-efecto ante fenómenos complejos es el pensamiento infantil. Piaget definió el pensamiento infantil como pre-causal; incluso ante procesos simples, el niño tiene dificultades en identificar la causa y el efecto.

Niveles de desarrollo según Piaget

  • Pensamiento preconceptual (2-4 años): predomina la actividad de interiorización mental de los esquemas de acción. Los procesos de abstracción lógica están a caballo entre los esquemas de acción y los verdaderos conceptos. Aunque es capaz de reconocer determinados caracteres en un individuo concreto, la de "animal" a un gato, es incapaz de atribuir dicha característica a otros animales.
  • Intuiciones simples (4-5 años): es capaz de realizar representaciones más coordinadas, intuiciones articuladas, que preparan la elaboración de reales conceptos. A los 5 años hacen una organización lógica que muestra la clara diferenciación del individuo con la clase.
  • Intuiciones articuladas: fase intermedia para la adquisición de la estructura de la operatividad concreta que caracteriza la etapa escolar de primaria. Hay oscilaciones entre conservación y no conservación. Se da cuenta de los resultados de la transformación a partir de su propia acción y no por reversibilidad mental.

Infancia escolar (7 a 12 años)

Desarrollo motor

En esta etapa se produce un desarrollo motor. Desde los 7 y 8 años, el cuerpo tiene forma de niño, hasta los 11 y 12 años, en que se produce el estirón. El desarrollo físico se manifiesta en el crecimiento. En estos años, el niño crece y engorda constantemente. Junto a este crecimiento se produce una maduración del sistema nervioso central, que trae como consecuencia la maduración en las capacidades de coordinación. Se pasa de movimientos torpes, de los niños de preescolar, a unos movimientos finos y coordinados. La coordinación viso-motriz se ajusta cada vez más, realizando sin ningún problema tareas que necesitan de una coordinación fina. El desarrollo de estas capacidades trae consigo el desarrollo intelectual y, a su vez, estas nuevas capacidades permiten un mayor desarrollo motor. Durante la primera etapa no se adquieren habilidades ni capacidades nuevas, sino que se van desarrollando y mejorando las que ya se tenían.

Desarrollo intelectual

En esta etapa se produce el estadio de operaciones concretas. Comienza a ser capaz de utilizar los símbolos para realizar operaciones. Abandona las actividades físicas para dar paso a las mentales. Le interesa comprender el porqué de las cosas. Empieza a operar con representaciones mentales. Puede reflexionar y tener en cuenta diferentes posturas. Serán capaces de diferenciar entre lo real y lo ficticio. Irá perdiendo una serie de conceptos primitivos. Van adquiriendo una serie de capacidades y habilidades:

  • Pasan a tener diferentes puntos de vista.
  • Descubren la relatividad de las cosas.
  • Empieza a aparecer la autocrítica.
  • Empieza a utilizar la abstracción.
  • Su pensamiento se hace estable.

Desarrollo afectivo y social

Empieza a tomar contacto, de forma autónoma, con la sociedad. Experimentan una serie de valores que están sustentados sobre tres pilares:

  • Autoridad: pasa de residir en los padres para hacerlo en otros ambientes.
  • Igualdad: generan conflicto cuando se sienten desiguales.
  • Justicia: generan reacciones fuertes cuando sienten un trato injusto.

La escuela

Lugar central en la vida de los niños. Lugar de aprendizaje que tiene cuatro funciones principales:

  • Enseñar habilidades básicas y conocimientos específicos.
  • Inculcar valores, normas y conductas de la sociedad.
  • Ayudar a la socialización de los niños.
  • Seleccionar a los niños en función de los cursos, las notas y los aprendizajes.

En la medida en que vaya respondiendo a las expectativas del sistema escolar, irán acomodándose de manera positiva. En el caso contrario, irán entrando en la marginación.

Grupo de iguales

Niños de un nivel de desarrollo similar, normalmente tienen edades muy parecidas. La influencia que tiene el grupo de iguales es significativa en cuatro niveles:

  • Conocimiento de la propia identidad.
  • Posibilidad de aprender numerosas destrezas.
  • Sentimiento de pertenencia al grupo.
  • El desarrollo intelectual que se produce es una construcción social.

Amigos y amigas

La amistad es una relación entre dos, recíproca y voluntaria, que se mantiene a través del tiempo. La amistad presupone ciertas capacidades mentales y conductuales:

  • Capacidad para darse cuenta y asumir el punto de vista de la otra persona.
  • Capacidad para controlar y orientar las conductas propias.

El juego

Factor de socialización, consumiendo gran parte del tiempo en dicha actividad, lo cual es un excelente signo de salud. Evolucionarán hacia la necesidad de compartir, de saber ganar y perder. El juego simbólico se acerca cada vez más a la realidad cuando se imita a las personas adultas. El juego simbólico es sustituido, en esta etapa, por el juego colectivo, el juego de reglas. Exige organización y acuerdo mutuo.

Desarrollo sexual

Los niños, a los 11 años, ya conocen y aceptan su identidad sexual, han superado los celos de las etapas anteriores y controlan esfínteres y son capaces de manejar la realidad, aunque dependen todavía de la familia. En este periodo hay una mayor incidencia de los juegos sexuales, aunque persiste el interés sexual y el aprendizaje y la imitación de modelos. Este juego va acompañado por la excitación sexual.

Desarrollo moral

El desarrollo de los valores morales coincide con el desarrollo intelectual del niño. Durante esta etapa, el niño pasa menos tiempo con la familia y más con otras personas, teniendo que tomar sus propias decisiones; esto le lleva a tomar contacto con una gran cantidad de puntos de vista. Le lleva a plantearse que las normas no son inmutables y que, por lo tanto, puede elaborar las suyas propias.

Preadolescencia (13 a 15 años)

Aspectos introductorios

Cambios determinantes. Periodo antes de la adolescencia, entre ella, pubertad. Etapa: crisis + adaptación.

Determinantes sociológicos de la etapa

  • No es una etapa universal, no en todas las sociedades. Decide el medio social, papel muy importante.
  • Consideración social del adolescente es ambigua: dependencia/independencia, lejanía/cercanía respecto de los adultos, espacio propio/ambiente adulto.
  • Dificultad para la inserción social. Desplazamiento entre madurez psicofísica y madurez social.

Transformaciones biológicas

Cambios de la pubertad: maduración sexual

Dos peculiaridades asociadas a esos cambios:

  • Fatigabilidad y su consideración pedagógica: apatía debido a los cambios en el corazón. Mal comprendido por el adulto, que piensa que es una indisciplina, tozudez o negativismo. El educador debe motivar.
  • Exceso de energía y sus consecuencias. No aguantan, estado de pasividad. El educador tiene un papel importante: elegir los cauces más adecuados para canalizar la energía.

Desarrollo cognitivo

  • Principal adquisición: inteligencia formal. Capacidad para manejar, a nivel lógico, el aumento del pensamiento abstracto.
  • Transformaciones cualitativas del pensamiento más allá de la realidad concreta.
  • Características del pensamiento formal:
    • Capacidad para pensar más allá de la realidad concreta.
    • Pensamiento hipotético-deductivo.
    • Lógico-abstracto.
  • Capacidades que adquiere:
    • Cultivo del pensamiento propio. Pensar de forma independiente. Pensamiento abstracto, capacidad de análisis y síntesis.
    • Difícil de distinguir entre lo que los demás piensan y lo que ellos piensan.
    • Pensamiento crítico y autónomo. Propias ideas.
    • Planificación.
  • Egocentrismo preadolescente (Elkind). Se libera del egoísmo del niño.
  • Pensamiento y lenguaje. Medio para expresar ideas, se fomenta y contribuye a la elaboración.

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