El Desarrollo Sostenible: Un Análisis del Principio Antropocéntrico y su Relación con la Globalización
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1.1.1 Desarrollo Sostenible: Principio Antropocéntrico
El primer precedente del desarrollo sostenible lo encontramos en los años 60 con el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 (ONU), seguido de la Declaración de Estocolmo en 1972.
Ya en 1987, la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas define por primera vez en el Informe Brundtland qué se entiende por desarrollo sostenible:
Es el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
El Informe Brundtland sobre el desarrollo sostenible presenta un concepto antropocéntrico, es decir, con una visión del medio ambiente y el desarrollo económico como herramientas que procuran una mayor calidad de vida para el ser humano. Esta es la perspectiva de desarrollo sostenible más común en los ordenamientos jurídicos, incluyendo el nuestro.
El continuo comentario y reinterpretación del concepto han ocasionado un intenso debate.
Parte del debate surge de la dificultad, según muchos autores, para conciliar los conceptos de progreso económico y medio ambiente. Para otros (verdes radicales), lo que se debe sostener es la base de los recursos naturales.
La Revista Geoforum (en su artículo "El significado del desarrollo sostenible") critica la visión antropocéntrica del Informe Brundtland, argumentando que el concepto de desarrollo sostenible que propone pone más énfasis en satisfacer las necesidades humanas que en proteger la naturaleza y la biosfera.
Autores como W. Rees, más centrados en la parte ecológica del concepto de desarrollo sostenible, entienden que la visión antropocéntrica no es más que una excusa para seguir deteriorando la naturaleza.
Bertelmus, menos radical, justifica la visión antropocéntrica del desarrollo sostenible argumentando que se debe poner énfasis en los propósitos humanos y que este desarrollo mantiene un nivel de renta al conservar las fuentes de esa renta (capital producido y natural).
W. Sachs se distancia de esta visión y considera que el concepto de desarrollo sostenible es solo una excusa para aumentar la intervención del hombre en la naturaleza, argumentando que no se busca salvar el planeta, sino el sistema industrial.
Las propias Naciones Unidas en 1992 reinterpretan el concepto de desarrollo sostenible. La Conferencia de Río (1992) genera un debate a escala mundial sobre el concepto, siguiendo en líneas generales la visión de la Comisión Brundtland, pero incluyendo medidas concretas. Finalmente, en la Conferencia de Johannesburgo de 2002 se incluyen nuevas exigencias y herramientas para hacer del desarrollo sostenible una realidad.
Es importante destacar que en estos principios, tal como se solicita en la pregunta de la PAC, se insiste en una visión antropocéntrica del desarrollo sostenible. El ser humano es el centro de las preocupaciones y tiene derecho a vivir en armonía con la naturaleza.
Después de lo expuesto, queda claro que existen diferentes interpretaciones del concepto de desarrollo sostenible y que, en lo referente a la Unión Europea, se adopta la visión política y jurídica establecida por la Comisión Brundtland.
1.1.2 Desarrollo Sostenible, Mercado y Globalización
Respecto a los temas ambientales, se ha superado la visión de que los avances científicos serían suficientes por sí solos para solucionarlos. Tampoco tiene sentido contraponer de manera conflictiva medio ambiente y desarrollo, puesto que el primero es simplemente una insuficiencia del segundo. Los problemas de medio ambiente son problemas de desarrollo desigual para la especie humana y, sin duda, también nocivos para las especies naturales.
No debemos olvidar que con la globalización viene la interdependencia y, con ella, la necesidad de tomar decisiones colectivas en todas las áreas que nos afecten colectivamente, como el medio ambiente.
Hay que tener en cuenta que en la actualidad es imposible un desarrollo sostenible real, ya que las necesidades humanas más inmediatas son todavía una prioridad para muchos estados que no dudan en anteponer las prioridades económicas (comerciales, productivas, etc.) a las ecológicas.
Tal como indican los materiales de la UOC, no se vela por la naturaleza en un plano de igualdad absoluto con el desarrollo económico.
Por lo tanto, se quiera o no, desarrollo sostenible, mercado y globalización están interrelacionados, y es imposible manejar el primer concepto sin considerar cómo afectará a los otros dos.
A lo que hay que aspirar es a que la globalización, entendida como interdependencia, unida a un desarrollo más equilibrado entre los distintos estados, facilite poco a poco el avance del concepto de desarrollo sostenible sobre los otros. Obviamente, sin eliminarlos, pero sí haciendo que estén más al servicio del primero.