Descifrando El Grito de Munch: Contexto, Estilo y Significado
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El Grito (Skrik) de Edvard Munch: Un Análisis Profundo
Título: El Grito (Skrik) - Autor: Edvard Munch - Datación: 1910 - Técnica y soporte: témpera y pastel sobre cartón (83,5 x 66 cm) - Localización actual: Nasjonalmuseet (Oslo) - Tema (género): alegórico - Estilo: Expresionismo noruego
Contexto Histórico
La Revolución Industrial es un hecho histórico que marca un antes y un después no solo en la historia del pensamiento social y político, sino, fundamentalmente, en la forma de organizarnos socioeconómicamente como civilización. La sociedad se subordinó a la economía, donde todos sus componentes, incluida la tierra y la mano de obra, se incluyen en ese sistema de mercado y todos los factores de producción son considerados mercancías destinadas a la venta y sujetas al mecanismo de la oferta y la demanda.
Contexto Cultural
Cristianía (la actual Oslo) se consideraba la cuna del movimiento Bohemio noruego. Munch desarrolló sus inicios como artista rodeado de esta atmósfera e influenciado por pintores como Christian Krogh, uno de los máximos exponentes del movimiento Bohemio. Éstos dirigían sus trabajos y sus provocaciones contra la falsa complacencia y contra la estrechez de principios morales y éticos. Consideraban que el sistema estaba envuelto en contradicciones. No compartían la forma de organizarse de la sociedad y por ello vivían en un clima de represión.
Estilo Expresionista
El expresionismo fue una corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más que la representación de la realidad objetiva. El artista expresionista busca que se experimente un impacto fundamentalmente emotivo ante sus obras. Lo importante en este movimiento es la forma y el sentimiento del autor. Para ello, los pintores expresionistas utilizan los colores fuertes y puros. Distorsionan las formas retorciéndolas y pintando rostros desfigurados y tristes, tratando de buscar con las líneas el transmitir el ritmo de esos sentimientos. Los cuadros expresionistas se caracterizan por su expresividad y fuerza psicológica a través de sus composiciones agresivas.