El Encuentro con Dios: Amor, Trinidad y Misión

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El Encuentro con el Espíritu Santo

Dios es Espíritu Santo (E.S.). El hombre entra en contacto con este cuando Dios se acerca a él. El E.S. es señor y dador de vida.

De este modo, el cristianismo encuentra la alegría, la paz y la libertad.

Jesucristo: Mesías e Hijo de Dios

Jesús nos mostró que es el Mesías prometido y el Hijo de Dios encarnado. La veracidad de todas sus palabras y signos quedó confirmada con el acontecimiento de su muerte y Resurrección.

El nombre de Jesús expresa su identidad y su misión.

En Jesucristo se manifiesta el sentido y el fin último de toda la historia de la salvación.

El Amor Nuevo del Cristiano

  1. Creados por Dios y para el amor:

    Jesús nos ha enseñado unos valores nuevos que pueden fecundar una cultura centrada en la comunión, el diálogo y la comprensión.

    La creación es un acto de amor libre y gratuito. Dios no tiene necesidad de nada, pero ha querido comunicar su amor y bondad.

    La creación es querida por Dios como un don para el ser humano. Se descubre aquí que la dignidad del ser humano consiste en su identidad y en su vocación.

    De ahí que la grandeza de la persona radique en su capacidad de darse a sí misma, de comunicar y compartir su intimidad.

    Tanto es así, que el amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables. Este es el camino para encontrar a Dios.

    Dios quiso vencer el mal y al pecado con amor. Su amor transforma a los hombres en un nosotros, en una comunidad nueva de hermanos que son “uno en Cristo”. Esta comunión es el origen de la misión que Jesucristo confió a su Iglesia.

  2. La Trinidad en la vida Cristiana:

    Todo cristiano al recibir el bautismo se convierte en hijo de Dios y miembro de la Iglesia. Dios comienza a vivir en cada bautizado como en un templo.

    Toda la vida cristiana gira en torno al misterio de la Trinidad. En todos los sacramentos está presente la gracia del Dios trinitario y su acción santificadora.

    La Santa Misa es el centro de la vida del cristianismo: comienza con la señal de la Cruz y finaliza con la bendición del sacerdote.

    La Iglesia afirma que la Virgen María es verdaderamente madre de Dios.

    María fue ensalzada por Dios a una dignidad incomparable. La Virgen María está por encima de todos los ángeles.

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