Entendiendo la Ética de Spinoza: Emociones, Razón y Convivencia

Clasificado en Psicología y Sociología

Escrito el en español con un tamaño de 3,34 KB

Spinoza: En la ética de Spinoza, no hay reglas fijas sobre lo que es bueno o malo. Depende de cómo nos beneficie o perjudique, no simplemente de lo que nos haga sentir bien o mal, o nos dé dinero o estatus social.

Para Spinoza, los humanos son seres físicos influenciados por otros. Nuestras emociones, como alegría o tristeza, son afectadas por nuestras interacciones con los demás y no siempre las controlamos, pero son parte de lo que nos define.

  • Para Spinoza, todos los seres tienen un impulso natural llamado "conatus" que los lleva a querer seguir existiendo y creciendo, es decir, a mantenerse y fortalecerse en su existencia.

Hay tres sentimientos básicos: el deseo, que es el impulso de persistir en la existencia (conatus), y luego están la alegría y la tristeza. La alegría es sentirnos más fuertes, capaces y plenos, lo que es bueno. Experimentamos crecimiento y mayor capacidad de acción. Por otro lado, la tristeza es sentirnos más débiles, limitados y vacíos, lo que es malo. Experimentamos disminución y menor capacidad de acción. En nuestras relaciones con otros, algunas personas nos hacen felices, otras nos entristecen, y algunas nos provocan sentimientos mixtos. Estamos influenciados por los demás, y sin ellos no podríamos crecer ni vivir.

  • Las personas pueden sentir amor cuando están felices gracias a alguien más, y odio cuando están tristes y culpan a alguien. El amor une felizmente, mientras que el odio impotencia. La envidia y el miedo son otras emociones comunes. Estas emociones pueden fortalecernos o debilitarnos. Según Spinoza, el mal viene de relaciones perjudiciales con otros, pero estas experiencias difíciles pueden transformarnos para bien. Las emociones negativas pueden volverse positivas y solo pueden superarse con emociones más fuertes.

Podemos hacer que nuestra razón controle nuestros encuentros y decisiones, para que nuestros sentimientos no dependan de algo externo y nuestras acciones sean decididas por nosotros mismos. Es cuestión de usar la razón para entender nuestros sentimientos. Cuando los entendemos, dejan de ser emociones y se convierten en acciones.

  • Cuando otros nos afectan, nuestro conocimiento suele ser confuso. Pero al entender por qué nos afectan, usamos un tipo de conocimiento racional. Cuando comprendemos completamente lo que está pasando, vemos las cosas desde una perspectiva más amplia y dejamos de ser controlados por ellas.

Spinoza dice que nada es más útil para las personas que las personas mismas, en contra del aislamiento o maldad. La clave es tener encuentros positivos que nos fortalezcan, incluso con quienes nos hacen sentir mal. La firmeza nos ayuda a no ser dominados por las emociones de otros, y la generosidad nos impulsa a ayudarlos a crecer. Cuando vemos sufrir a alguien que amamos, podemos sentir tristeza pero aún así ayudar desde la razón. Si no ayudamos de ninguna manera, somos inhumanos. Ser generoso requiere ser fuerte y tener algo para dar.

  • Spinoza dice que debemos resolver los conflictos con amor y generosidad, no con violencia. Además, algunas personas pueden aceptar a los demás tal como son, sin dejarse llevar por sus emociones, y así mejorar juntos, incluso si son muy diferentes.

Entradas relacionadas: