Epicuro: Filosofía para Alcanzar la Felicidad y la Tranquilidad del Alma
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Epicuro enseñaba que la felicidad reside en la tranquilidad del alma, conocida como ataraxia, la cual surge de la ausencia de dolor y permite la independencia y el autogobierno. A diferencia de la búsqueda del exceso de placer, enfatizaba la moderación y la frugalidad. Clasificaba los deseos en tres categorías:
- Naturales y necesarios: como comer y beber para sobrevivir.
- Naturales pero no necesarios: como seguir comiendo después de haber satisfecho la necesidad.
- No naturales ni necesarios: como el deseo de fama o riqueza.
Epicuro no condenaba moralmente el placer en sí, sino su exceso, ya que este impide la verdadera felicidad. Además, era un pensador ateo o, al menos, no le daba mucha importancia a los dioses. Creía que para alcanzar la ataraxia, uno debía liberarse de cuatro temores mediante soluciones específicas:
Miedo a los Dioses
No se ha de temer su intervención en el ámbito humano, pues están muy poco preocupados por este, están dedicados a su vida feliz y no se meten en nuestros asuntos. Viven en armonía y amistad entre ellos, y eso es algo que los seres humanos debemos imitar.
Miedo a la Muerte
En realidad, plantea algo muy sencillo: Epicuro defiende que es absurdo preocuparnos por ella, pues mientras vivimos ella no está, y al morir ya no sentimos nada, por lo que no hay de qué preocuparse. No tiene por qué causarnos, por tanto, ningún dolor. Lo que causa sufrimiento es vivir preocupados por ella, no ella misma. Es una pérdida de tiempo preocuparse por la muerte.
Miedo al Dolor
En realidad, el dolor es fácilmente soportable. Epicuro decía que el dolor es soportable porque si es muy intenso es breve y si es duradero, no es muy intenso. Podemos observar cómo se puede soportar dolor mediante la hipnosis y que hay culturas en las que los seres humanos están acostumbrados a sobrellevar mayor cantidad de sufrimiento. Esto nos hace pensar que es algo que puede depender de nosotros mismos.
Miedo al Fracaso
Se equivoca quien pone su felicidad en cosas externas a él mismo como la gloria, el poder y la riqueza. Uno puede ser autárquico con muy pocos medios, y llevar una vida gozosa sin apenas bienes externos.