Escultura y Pintura Románica: Claustro de Silos, Pórtico de la Gloria y Escuela Catalana
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Claustro de Silos (1130)
En el Claustro de Silos, los capiteles son de los más fantásticos del románico español. Presentan seres interpretados como monstruos, inspirados en los códices mozárabes, y carecen de temas religiosos. Los relieves poseen un mayor valor, ya que en ellos se aprecia una evolución estilística. Destaca el bajorrelieve de la “Duda de Santo Tomás”. En él se muestra una escena cobijada por un arco de medio punto con una original composición: Cristo, de mayor tamaño, no está en el centro (se ubica a la izquierda) y le miran los apóstoles; su brazo derecho está levantado para mostrar las llagas. Las posturas son antinaturales. Otros relieves importantes son “Los discípulos de Emaús”, el “Descendimiento de la cruz” y la “Ascensión”.
Pórtico de la Gloria (1168-1188)
El Pórtico de la Gloria, obra del Maestro Mateo, se encuentra en el nártex de la catedral de Santiago. Contiene más de 200 estatuas que rellenan todos los elementos arquitectónicos. El programa iconográfico tiene su punto neurálgico en el parteluz, presidido por la estatua del apóstol Santiago. El tímpano recrea el Apocalipsis y, en la arquivolta, se encuentran los 24 ancianos. En el dintel se representan arcángeles, y en las jambas, profetas y apóstoles conversando. La arcada izquierda representa la ley de Moisés, y la derecha, el Juicio Final. Desde el punto de vista formal, hay un gran avance en el naturalismo, en el movimiento y en los ropajes de los personajes.
Pintura Mural Románica
En sus orígenes, la pintura mural románica sintetiza el arte bizantino (mosaico) y las miniaturas de los códices mozárabes.
Características
- Dibujo grueso que contornea la silueta de cada superficie cromática.
- Color puro, sin luz ni profundidad; es una pintura plana.
- Composición yuxtapuesta.
- El muro se prepara al fresco.
- Es antinaturalista, no tiene paisaje y es esquemática.
El género por excelencia es la pintura mural. Dentro de la escuela catalana, el conjunto de iglesias de Tahull es el más importante, con una notable influencia bizantina.
Iglesia de San Clemente de Tahull
De la iglesia de San Clemente de Tahull destaca el ábside con el Pantocrátor rodeado del Tetramorfos. Sigue el esquema románico: Cristo en el centro, dentro de una mandorla y flanqueado por más figuras. La composición es geométrica y simétrica. Las líneas crean un complicado juego de equilibrio. Las figuras están perfiladas y tienen colores puros, sin matices y con una gama brillante. Son figuras estilizadas y alargadas, sin perspectiva y sobre un fondo plano. En esta iglesia también destacan otras pinturas del ábside con la representación de la Virgen rodeada de los Reyes Magos. Sus características son similares a las del Pantocrátor de San Clemente.