Escultura Renacentista Española del Siglo XVI: Juan de Juni, Felipe Vigarni y Damián Forment
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La Escultura Renacentista en España: Características y Evolución
Durante la mayor parte del siglo XVI, la escultura española experimentó una transición gradual desde las formas góticas hacia las renacentistas. La imaginería religiosa, ya destacada en el Gótico, alcanzó un gran desarrollo gracias al trabajo de la madera policromada y a la producción masiva de retablos y sillerías de coro. Al igual que la arquitectura, la escultura del siglo XVI atravesó diferentes etapas.
El Retablo y la Escultura en Madera
La creación de un retablo requería la colaboración de un amplio equipo de artistas. En el trabajo de la madera policromada, se empleaban diversas técnicas heredadas del período anterior, entre ellas:
- Dorado: Aplicación de pan de oro para embellecer la superficie.
- Estofado: Técnica decorativa que consiste en dibujar sobre la pintura, revelando el oro subyacente.
- Encarnado: Procedimiento para imitar las tonalidades de la piel humana.
Los retablos se estructuraban horizontalmente en un banco, varios cuerpos superpuestos y un ático. Verticalmente, se dividían en calles delimitadas por columnas, frisos y frontones. Dentro de estas técnicas, sobresalieron varios escultores:
Juan de Juni (1506-1577)
Escultor de origen francés, Juan de Juni es considerado un artista plenamente renacentista. Junto con Alonso Berruguete, es el máximo exponente de la escuela escultórica de Valladolid. Su estilo, de clara influencia miguelangelesca, se caracteriza por su monumentalidad y profundo sentimiento. Sus figuras expresan una intensa pasión, reflejo del dolor y la angustia.
Entre sus obras más destacadas se encuentra el grupo escultórico del Santo Entierro, una obra en madera policromada cuya figura central es Cristo yacente. El dramatismo de la escena se manifiesta en los rostros de los personajes, el realismo y la expresividad lograda a través del color y el claroscuro. El movimiento de las figuras se consigue mediante el tratamiento de los ropajes. Esta obra fue encargada por Fray Antonio de Guevara para su capilla funeraria en el Convento de San Francisco de Valladolid.
Otra de sus esculturas más conocidas es la Virgen de los Cuchillos, una imagen de expresión trágica, cuya grandiosidad y movimiento la convierten en una de las esculturas más bellas del Renacimiento español.
Felipe Vigarni (hacia 1475- hacia 1543)
De origen francés, Felipe Vigarni fue incorporando progresivamente el estilo renacentista italiano a sus obras. Estableció un taller en Burgos, donde recibió numerosos encargos, como el Altar de la Capilla Real de Toledo.
Su estilo se expresa plenamente en el Retablo Mayor de la Capilla Real de Granada: figuras monumentales, gran dramatismo y movimiento. Este retablo representa escenas de la vida de Jesús y de la política territorial de los Reyes Católicos. Se compone de un sotobanco, un banco, dos cuerpos y un ático. En el sotobanco se representan dos acontecimientos clave: la entrega de Granada por Boabdil a los Reyes Católicos y el bautismo de los moriscos.
Damián Forment (1480-1540)
Nacido en Valencia, Damián Forment inició su carrera con las esculturas del Retablo de la Colegiata de Gandía. Sus obras más importantes son el Retablo Mayor de la Basílica del Pilar de Zaragoza y el Retablo del Monasterio de Poblet.