España en el siglo XVIII: La Guerra de Sucesión y la política exterior
La España del siglo XVIII: La Guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht
La Guerra de Sucesión Española (1701-1714)
Carlos II muere sin descendencia el 1 de noviembre de 1700, marcando el fin de la dinastía Habsburgo en España y el comienzo de la Guerra de Sucesión. Esta guerra surge de las aspiraciones al trono español de Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV) y el archiduque Carlos de Austria (futuro Carlos VI de Alemania).
La Guerra de Sucesión española tuvo consecuencias importantes:
- Una guerra internacional que desgastó política y económicamente a Francia. Luis XIV se enfrentó a Gran Bretaña, Austria, Provincias Unidas y Portugal, quienes buscaban evitar el aumento de la hegemonía borbónica en Europa.
- Una guerra civil en España, con la corona de Aragón apoyando a Carlos y Castilla a Felipe.
Inicialmente, la Gran Alianza tuvo ventaja, pero Felipe V terminó imponiéndose tras victorias en Almansa, Brihuega y Villaviciosa. La sucesión de Carlos de Austria al Imperio también influyó, llevando a Inglaterra y Holanda a aceptar a Felipe V para evitar la unión de la corona española con el Imperio Austríaco.
La guerra finalizó con la Paz de Utrecht (1713) entre España y Gran Bretaña. Felipe V fue reconocido rey de España, mientras Gran Bretaña obtuvo Gibraltar, Menorca y concesiones coloniales en América (monopolio del comercio de esclavos y navío de permiso anual). Austria se anexionó los Países Bajos españoles y territorios italianos (excepto Sicilia, que pasó a Saboya).
Evolución de la política exterior española
La política exterior tras Utrecht
La política exterior española tras el Tratado de Utrecht se centró en dos objetivos:
- Recuperar Gibraltar y Menorca.
- Restablecer a los Borbones en los territorios italianos perdidos.
Para ello, España se alió con Francia mediante varios Pactos de Familia, enfrentándose a Inglaterra en el Atlántico por la amenaza a las posesiones españolas en América. La política de Felipe V se enfocó en recuperar territorios italianos. Tras fracasos iniciales, se optó por la alianza con Francia, concretada en el Primer y Segundo Pacto de Familia, participando en la Guerra de Polonia y la Guerra de Sucesión de Austria. Como resultado, Carlos, hijo de Felipe V, fue coronado rey de Nápoles y Sicilia, y Felipe obtuvo el ducado de Parma.
Fernando VI mantuvo una política de neutralidad. Carlos III retomó la alianza con Francia, firmando el Tercer Pacto de Familia y participando en la Guerra de los Siete Años. La victoria británica llevó al Tratado de París (España perdió Florida y Sacramento), pero Francia cedió Luisiana a España. Posteriormente, se firmó el Tratado de Versalles, recuperando Menorca, Florida y Sacramento. El reinado de Carlos IV y la Guerra de Independencia contra Napoleón (1808) serán estudiados posteriormente.