La España sublevada durante la Guerra Civil: Franco, unificación y apoyos internacionales
La España de los sublevados
Junta de Defensa Nacional
Los sublevados eran grupos heterogéneos con un objetivo político claro. Las primeras medidas de la Junta de Defensa Nacional de Burgos fueron de tipo represivo. Franco se hizo con el mando en las reuniones de la Junta de Defensa de Salamanca y fue nombrado Jefe de Estado y Generalísimo.
El Decreto de Unificación y el apoyo del episcopado
Franco llevó a cabo la unión de las fuerzas políticas que le apoyaban en un solo partido: Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS). Así evitaba la competencia política en su propio bando. Otro factor esencial fue el apoyo de la Iglesia.
El primer Gobierno de Burgos y el nuevo Estado
Se fue gestando el régimen franquista, que en realidad era un régimen personalista donde Franco acaparaba el poder político y militar. Económicamente, los sublevados dominaban una buena parte de la producción agrícola. La economía se orientó hacia el esfuerzo de la guerra.
El contexto internacional de la Guerra Civil
Las potencias del momento entendieron la Guerra Civil Española como un preludio de la inminente Segunda Guerra Mundial. Italia y Alemania apoyaron abiertamente a los sublevados. Portugal apoyó a los sublevados y el Vaticano les dio respaldo moral.
La República recibió ayuda militar de la URSS a cambio de las reservas de oro del Estado y de que el Partido Comunista tuviera un importante papel en el gobierno. México también apoyó a la República. Francia apoyó a la República, pero por presiones de Inglaterra no intervino. Inglaterra se negó a intervenir para evitar una Segunda Guerra Mundial. Francia e Inglaterra promovieron la formación del Comité de No Intervención, al que se unieron Alemania e Italia.
Consecuencias de la Guerra Civil
La guerra tuvo inmensos costes materiales. Los costes humanos fueron peores. Se calcula que hubo 300.000 víctimas. El final de la guerra obligó a exiliarse a cerca de 500.000 personas, muchas de las cuales nunca volvieron.
La Guerra Civil en Castilla y León
La práctica totalidad de Castilla y León cayó muy pronto en manos de los sublevados del general Mola. La mayor parte de la población se doblegó ante el dominio de los sublevados. Castilla y León cumplió un importante papel en el bando sublevado, pues fue la sede de la Junta de Defensa Nacional y después del Gobierno de Burgos, principal granero del bando franquista.