España en Transición: Del Absolutismo a las Guerras Carlistas y los Primeros Movimientos Obreros

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El Fin del Absolutismo y la Guerra Carlista (1823-1840)

La vuelta de Fernando VII coincidió con una crisis interna. La Hacienda estaba sin fondos y la pérdida del imperio americano agravó aún más la crisis económica. El rey intentó modernizar el gobierno mediante la creación de un consejo de ministros, que sustituiría a la camarilla. Los liberales, perseguidos, protagonizaron varios pronunciamientos. Se hacía evidente la crisis del antiguo régimen absolutista.

A esta situación se unió el problema dinástico. Debido a la Ley Sálica, en España no podían reinar las mujeres. Fernando anuló esta ley debido a que él no tenía hijos varones y para que su hija Isabel pudiera reinar. Muchos de los absolutistas no aceptaron esta solución y ofrecieron su apoyo al hermano del rey, Don Carlos.

Cuando Fernando VII murió (1833), su viuda, María Cristina, se hizo cargo del gobierno, ya que su hija Isabel solo tenía tres años. A su vez, Don Carlos se proclamó rey de España. De esta manera, estallaba la **Primera Guerra Carlista**. La guerra también fue un enfrentamiento ideológico entre dos bandos: los **liberales**, que apoyaban a Isabel, y los **carlistas** que defendían el absolutismo, la vuelta al Antiguo Régimen y el mantenimiento de los fueros frente a la centralización del gobierno. Los carlistas fueron fuertes en el País Vasco, Navarra y en zonas de Aragón, Cataluña y Valencia.

La guerra duró desde 1833 hasta 1840 y terminó con la derrota carlista. El **Abrazo de Vergara** puso fin a la guerra, aunque el conflicto se mantuvo vivo durante todo el siglo XIX.

Evolución del Movimiento Obrero

Ludismo

Las primeras manifestaciones obreras se centraron en contra de las máquinas, ya que se consideraba a la máquina como el enemigo del trabajador.

Cartismo

Una vez superado el Ludismo, el sindicalismo se centró en objetivos exclusivamente laborales. Su nombre proviene de una carta redactada en 1838 en la que se solicitaba un cambio político para que pudiera haber un cambio social. Este movimiento desapareció tras el fracaso de la revolución del 48.

Anarquismo

El anarquismo tiene como base el rechazo a todo poder, sea político, religioso... Es partidario de la desaparición del estado y se centra en un sindicalismo puro, es decir, preocupado por las cuestiones laborales. Sus principales representantes fueron: **Proudhon**, **Bakunin**, **Kropotkin**.

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