El Espíritu Santo en la Escritura: Su Significado, Parábolas y Símbolos
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EL ESPÍRITU SANTO EN LA ESCRITURA
¿A QUÉ SE REFIERE EL ESPÍRITU SANTO?
El Antiguo Testamento personifica al Espíritu Santo diciendo que es sabiduría de Dios y está considerado casi como una persona. En el Nuevo Testamento se desarrolla mucho más el tema del Espíritu Santo definiéndolo como un espíritu-sujeto como el Padre y el Hijo.
¿POR QUÉ ES UN SUJETO PARADÓJICO?
Porque es un sujeto sin rostro del que no se puede ni aprender ni hablar, como un soplo que actúa en nosotros. Actúa mediante símbolos como la paloma en el bautizo de Jesús.
Porque es un sujeto que no habla en nombre propio: El Espíritu Santo nunca es interlocutor de un diálogo. El Padre y el Hijo hablan entre sí y hablan a los hombres. Jesús es la Palabra que revela al Padre. Pero no hay ninguna palabra propia del Espíritu Santo. El Espíritu prepara, acompaña y continúa la misión del Hijo.
Porque es un sujeto que hace hablar. Es inspirador, según el Padre y el Hijo.
Porque está presente en el corazón del anuncio evangélico: El Espíritu Santo nos permite estar con el Hijo y a la vez con el Padre. Simbólicamente se sitúan al padre en el cielo, al hijo en la tierra y al Espíritu Santo en el corazón.
El Espíritu Santo:
El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, consubstancial al Padre y al Hijo, es decir que confirma la unidad de los 3.
Nombre, Apelativos y Símbolos del Espíritu Santo
Nombre:
Espíritu y Santo son atributos divinos comunes a las Tres Personas divinas. Pero la unión de ambos términos designa inequívocamente a la persona inefable del Espíritu Santo.
Apelativos:
Jesús le llama “Paráclito” (se traduce habitualmente por “Consolador”) y Espíritu de verdad. En Hechos y en las cartas de los apóstoles, “Espíritu Santo” es el término más empleado. En San Pablo encontramos los siguientes apelativos: Espíritu de la promesa o Espíritu de adopción o Espíritu de Cristo o Espíritu del Señor o Espíritu de Dios. San Pedro utiliza el apelativo Espíritu de gloria.
Símbolos del Espíritu Santo: referencias simbólicas para entender qué es el Espíritu Santo.
Proceden del orden de la naturaleza o del mundo animal:
- El agua. El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo. El agua significa el nacimiento y la fecundidad de la Vida dada en el Espíritu Santo. Pero el Espíritu es también personalmente el Agua que brota de Cristo crucificado.
- La unción. La unción con el óleo es significativa del Espíritu Santo, hasta el punto de que se ha convertido en un sinónimo suyo.
- El fuego. El fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo.
- La nube y la luz. Ambos símbolos son inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo.
- El sello. Es un símbolo cercano al de la unción. En los Sacramentos del Bautismo, la Confirmación y el Orden, indica el carácter indeleble de la Unción.
- La mano. Mediante la imposición de manos de los apóstoles, el Espíritu Santo nos es dado.
- El dedo. El “dedo de Dios” que actúa es el Espíritu Santo.
- La paloma. El Espíritu Santo desciende sobre Jesús en forma de paloma.