La Estructura Narrativa en Crónica de una Muerte Anunciada y la Novela del Siglo XX
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Estructura
Las novelas de la segunda mitad del siglo XX no siempre presentan una estructura lineal; no tienen por qué estar divididas en capítulos tradicionales ni suelen respetar la división clásica de planteamiento, nudo y desenlace.
Estructura interna
En Crónica de una muerte anunciada, la trama se articula en torno a dos dispositivos de cierre principales:
- La muerte de Santiago Nasar: Ofrece un colofón al relato de la fatalidad presente en toda la obra.
- El reencuentro y reconciliación de Ángela Vicario y Bayardo San Román: Otorga a la obra un elemento que se asemeja a un final feliz.
Estructura externa
Crónica de una muerte anunciada se divide en cinco partes de extensión relativamente homogénea, a las que no se puede considerar capítulos en sentido estricto. Estas partes no siguen un orden cronológico lineal. En lugar de ello, cada uno de los momentos clave es reconstruido por el narrador, quien va dando cuenta de lo sucedido mucho tiempo atrás. El narrador reproduce testimonios, diálogos y sucesos relacionados con los personajes que fueron testigos principales, e incluso explica eventos que ocurrirán con posterioridad al crimen. El narrador avanza y retrocede a su antojo en el tiempo del relato.
Cada una de estas partes se centra en un aspecto o un personaje central, de manera que podemos establecer los siguientes enfoques:
Primera parte
Gira en torno a Santiago Nasar. Además, se relatan eventos como el anticipado viaje del obispo y la celebración de la boda. En esta sección inicial:
- Se revela a quién matan (Santiago Nasar), dónde y cuándo.
- Se presenta el conjunto de fatalidades y coincidencias que colaboran en la consumación del crimen.
- Se describe la celebración de la boda y las circunstancias que originan el plan de asesinato para vengar la ofensa a Ángela Vicario.
En este núcleo predomina el realismo y la precisión de los datos, que contrastan con algunas exageraciones narrativas. Es llamativo también el humor y la ironía crítica con que se trata la visita del obispo.
Segunda parte
Se enfoca en Bayardo San Román. En esta parte:
- Se presenta a la familia de Bayardo San Román.
- Se detalla su relación con Ángela Vicario, el cortejo y los preparativos de la boda.
La narración mantiene cierta tensión climática al escenificar la devolución de la novia inmediatamente después de la boda, contrastando este hecho con la atmósfera festiva de la celebración previa (el banquete, la juerga, los regalos).
Tercera parte
Su eje son los hermanos Vicario (Pedro y Pablo). Se cuenta su itinerario criminal y la búsqueda del supuesto ofensor, Santiago Nasar. Esta parte consiste en una pormenorización de una de las afirmaciones clave que realiza el narrador: “Nunca hubo una muerte más anunciada”. Visiones, premoniciones y casualidades que hacen posible la tragedia se cuentan con detalle. Es la sección donde se recogen más declaraciones de testigos, como María Alejandrina Cervantes, Clotilde Armenta, el Coronel Lázaro Aponte, el Agente Leonardo Pornoy, entre otros.
Cuarta parte
Está centrada principalmente en la autopsia de Santiago Nasar y sus consecuencias. Es importante notar que, cronológicamente, los eventos de esta parte ocurren después de los narrados en la quinta parte, constituyendo así una gran analepsis (retrospección) que contribuye a la sensación de cierre narrativo. Además de la autopsia, se narran otros sucesos posteriores:
- El encarcelamiento de los hermanos Vicario en el penal.
- La desaparición de Bayardo San Román del pueblo.
- El eventual reencuentro feliz de Bayardo y Ángela, que otorga un matiz de final feliz a la novela muchos años después.
Desde el punto de vista expresivo, esta parte destaca por el uso de continuas hipérboles; por ejemplo: Pedro Vicario sufre once meses de insomnio, Ángela llora durante tres días seguidos cuando vuelve a ver a Bayardo, o las dos mil cartas que Ángela escribe a Bayardo San Román durante diecisiete años.
Quinta parte
Aunque es la última parte del libro, narra los momentos inmediatamente anteriores y posteriores al crimen, siendo cronológicamente anterior a gran parte de la cuarta. Lo que predomina aquí es el estado de ánimo colectivo tras el asesinato y la expresión palpable de la fatalidad. El relato se centra nuevamente en la acumulación de circunstancias adversas, el intento fallido de Cristo Bedoya por ayudar a Santiago, y la llegada de la gente a la plaza del pueblo para presenciar el crimen con una actitud de pasividad casi incomprensible.