La Ética de la Felicidad según San Agustín: Un Análisis del Bien, el Mal y el Libre Albedrío
Clasificado en Religión
Escrito el en español con un tamaño de 3,26 KB
San Agustín propone una ética de la felicidad.
Por tanto,la felicidad es la que da sentido a la actuación moral. Pero la verdadera felicidad no consiste en la posesión de bienes del cuerpo, ni de bienes del alma...El hombre al ser un ser creado y mudable es deficiente e incompleto. Su felicidad solo será auténtica cuando encuentre “algo” que esté por encima de él mismo.Un Dios que el hombre descubre en sí mismo como amor(caridad cristiana).
Para los filósofos griegos,el mal moral era consecuencia de la ignorancia.Para San Agustín la bondad o maldad humana depende de la voluntad.-El problema del mal: Desde la perspectiva cristiana el mundo es el resultado de la voluntad creadora de un Dios bondadoso.En consecuencia,Dios no puede ser responsable del mal.San Agustín buscó soluciones durante cierto tiempo,que postulaban la existencia de dos órdenes básicos en el universo que luchan eternamente.
1)El problema del mal físico:El mal es una privación de ser,una falta de algo, y en propiedad no existe.La enfermedad no es un mal físico.
2)El problema del mal moral (pecado):
consiste en negar entidad al mal, es decir, considerarlo como ausencia de bien.Dios,al crearnos a su imagen y semejanza,nos otorga voluntad y libre albedrío,es decir,capacidad para elegir entre el bien y el mal.Dios no es la causa del mal, es le hombre que hace un uso inadecuado del su libre albedrío.
El mal moral es causado por el hombre en su comportamiento injusto y depravado con sus semejantes o con sus otras criaturas.El mal moral se remonta así,en última instancia,a la libertad de elección en el sentido de que es “capaz de pecar y de no pecar”, con que Dios creó al hombre. En consecuencia del mal uso por el hombre de un bien a Dios vino el mal moral al mundo.Dios es responsable de el mal moral,aunque él haya creado libre al hombre, puesto que esa capacidad de pecar y de no pecar es un bien.El mal uso por el primer hombre de su libertad al haber elegido pecar y apartarse de Dios es la causa de la entrada del mal moral. Los humanos son los responsables del mal,es decir,de la elección de los bienes inferiores en lugar de orientar su voluntad hacia aquello que le corresponde por su naturaleza,y además,su acción hallará premio o castigo al final de su vida terrenal. Dios sólo puede pedirnos cuentas si somos libres de decidir entre el bien y el mal. El hombre, por tanto, ha sido creado libre, con capacidad para volverse hacia Dios o apartarse de él.De esta manera distingue San Agustín entre los conceptos de libertad y libre albedrío: -Libre albedrío es la capacidad que tiene el ser humano de obrar voluntariamente y que, a partir del pecado original,está orientada hacia el mal. -Libertad es la capacidad de hacer únicamente buen uso del libre albedrío. En eso consiste la auténtica libertad, que necesita de la gracia divina.San Agustín defiende que el alma caída a causa del pecado original no puede salvarse por sí misma si Dios no le concede la gracia de poder levantarse.Sólo la gracia hará libre a la voluntad,porque la auténtica libertad consiste en hacer buen uso del libre albedrío,es decir,en hacer el bien y no el mal.