Ética de Kant: Deber, Imperativo Categórico y Postulados de la Razón Práctica

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La Ética de Kant: Deber, Imperativo Categórico y Postulados de la Razón Práctica

Introducción a la Ética Kantiana

Kant aborda la ética desde la premisa de que el hombre, en su dimensión moral, es libre y nouménico, no determinado por leyes naturales como lo es en su aspecto fenoménico corporal. Esta libertad implica que el comportamiento humano no está predeterminado y que cada individuo puede superar sus inclinaciones naturales. En sus obras Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres y la Crítica de la Razón Práctica, Kant explora la pregunta "¿qué debo hacer?". Aquí, distingue dos usos de la razón: el teórico, orientado al conocimiento, y el práctico, enfocado en la determinación de la voluntad. La ética kantiana se plantea no si la moral es posible, sino cómo es posible.

La Ética del Deber frente a las Éticas Finalistas

Kant propone una ética normativa del deber, en contraste con las éticas finalistas de Aristóteles, Tomás de Aquino y Hume, que consideran las acciones morales como medios para alcanzar un fin (felicidad, Dios, satisfacción). Para Kant, la única cosa buena sin restricciones es la buena voluntad, que actúa sin considerar la utilidad de los fines. La buena voluntad obra por deber, no por inclinación, y la verdadera moralidad se alcanza cumpliendo con el deber.

Clasificación de las Acciones y los Imperativos

Kant clasifica las acciones en:

  • Contrarias al deber
  • Conformes al deber
  • Realizadas por puro deber

Destacando que solo las últimas son auténticamente morales. También distingue entre:

  • Imperativos hipotéticos: declaran una acción necesaria como medio para un fin.
  • Imperativos categóricos: representan una acción como un fin en sí misma.

Los imperativos hipotéticos, considerados por las éticas tradicionales, son materiales y heterónomos, mientras que el imperativo categórico de Kant es a priori, formal y autónomo.

El Imperativo Categórico y la Autonomía

La fórmula general del imperativo categórico es: "obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal". Otra fórmula es: "obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca como un medio". La autonomía, independencia respecto a los deseos, es fundamental para la verdadera moralidad. La ética kantiana es para todos los hombres, universal y formal. A diferencia de las éticas materiales, no puede lograr leyes morales universales porque los fines perseguidos son relativos. La ley moral propuesta por Kant es universal porque no presenta contenidos, solo impone una condición a las acciones elegidas por el sujeto moral.

Los Postulados de la Razón Práctica

La presencia de la ley moral en la conciencia implica tres postulados de la razón práctica:

  1. Libertad: Sin libertad, estaríamos condicionados por determinantes externos. La conciencia del deber exige libertad.
  2. Inmortalidad del alma: La ley moral busca la perfección moral, imposible de alcanzar en una sola vida, por lo que se requiere la inmortalidad del alma.
  3. Existencia de Dios: Dios garantiza la armonía entre felicidad y moralidad, siendo el único capaz de asegurar dicho acuerdo.

Estos postulados no amplían nuestro conocimiento teórico sino que son necesarios para la razón práctica, que nos obliga a creer en ellos para buscar la realización del bien supremo. Aunque no demuestran la existencia de estas realidades, los postulados generan fe e interés por la moralidad.

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