Ética Kantiana: Principios Fundamentales y el Imperativo Categórico

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Ética Kantiana

Principios Fundamentales

Busca la autonomía de la razón: La moralidad debe surgir de la propia razón del individuo. La razón se da a sí misma sus propias leyes. No se debe actuar siguiendo normas externas, por un fin que queremos conseguir, o por inclinación o interés.

Es una ética formal: Se preocupa por el proceso racional y consistente de toma de decisiones éticas, más que por los resultados concretos de esas decisiones. Kant dice que debemos actuar por el deber en sí mismo, sin esperar nada a cambio. La ética de Kant, siendo una ética formal, no te da fines, te da fórmulas y pautas.

Es una ética a priori: Porque se basa en principios racionales y universales que no dependen de la experiencia ni de las consecuencias de las acciones. Para Kant, las acciones son evaluadas como buenas o malas en sí mismas, de acuerdo con los principios morales que son necesarios y universales.

Hemos de actuar por deber: Las acciones moralmente buenas son aquellas que se realizan por deber. Cuando la razón, a través del imperativo categórico, determina que una acción es moralmente correcta, esta obliga a la voluntad a actuar de acuerdo con ese deber.

Lo que determina a una acción como ética o no es la intención: Una acción ética sería aquella realizada por deber, con buena intención y en conformidad con la ley moral, independientemente de las consecuencias que pueda tener.

Imperativo Categórico

Principio fundamental de la ética de Kant. Se trata de una regla moral que establece que una acción es moralmente correcta si puede ser universalizada sin contradicción y si respeta la humanidad como un fin en sí misma (y no como un medio).

  • Es una fórmula para que la razón determine una acción como objetivamente necesaria en sí de manera autónoma.
  • Cada vez que tomes una decisión, debes actuar con la mejor voluntad, deseando que cualquier otra persona hiciera lo mismo en tu situación. Es decir, deseando que tu forma de actuar se convierta en una ley universal.

Tipos de acciones según su intención:

  1. Acciones contrarias al deber: Provienen de una voluntad moralmente mala y viola la ley moral. Ejemplo: Tendero engaña a sus clientes para enriquecerse.
  2. Acciones conforme al deber: Coinciden con la ley moral pero no la siguen por deber, sino porque coinciden con nuestra inclinación o interés. No son verdaderamente morales o éticas. Ejemplo: Tendero no engaña a sus clientes por mantener una reputación y fidelizarlos.
  3. Acciones por deber: Son hechas desde una buena voluntad, que actúa por deber únicamente. Esto significa que la persona realiza la acción porque reconoce que es lo correcto según la ley moral, sin importarle las consecuencias. Ejemplo: Tendero ofrece precios justos y asequibles a pesar de no enriquecerse, y nadie se lo va a agradecer.

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