Cómo evitar la fábrica de trabajadores en el sistema educativo

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Pregunta 1: ¿Cómo evitamos la fábrica de trabajadores en el sistema educativo?

Podemos entender un proyecto educativo como una propuesta global y colectiva de actuación a largo plazo, en cuya colaboración participan todos los miembros de la comunidad escolar, que permita dirigir de modo coherente el proceso educativo en un centro, y plantee la toma de posición del centro ante aspectos tan importantes como los valores, los conocimientos y habilidades que se pretenden priorizar, la relación con los padres y el entorno, la propia organización, etc.

Una vez planteados los objetivos globales que el centro desea alcanzar, debemos pensar en una organización que posibilite la consecución de esos objetivos. Por otra parte, según el planteamiento que se haya hecho en el centro en cuanto a su funcionamiento, es decir, si se mantiene estrictamente la estructura que indica la LOE o la LOMCE.

Debido al creciente protagonismo que han sufrido las organizaciones, como es el caso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y a la preocupación por los resultados en los informes PISA en los que se comparan los resultados entre todos los países de Europa, el sistema educativo se está alterando basándose en las nuevas exigencias de nuestro época y por ello, se adaptan las habilidades que se enseñan en la escuela, dando más importancia a diversas asignaturas e infravalorando a otras. Por lo tanto, el proyecto educativo de centro se ha visto moldeado para tratar y mejorar las competencias de los alumnos y asegurarse de que estos alcancen una alta calificación proporcionándoles información y estrategias para lograrlo.

Esta imagen manifiesta cómo el sistema educativo de nuestro tiempo se ha convertido en una fábrica de trabajadores. Los alumnos comienzan siendo diferentes y alegres en su etapa escolar, sin embargo, conforme pasan por las distintas instituciones escolares, acaban siendo todos iguales y serios, listos para acceder a su contratación y así ejercer su labor como máquinas, y aquellos que no cumplan con las expectativas serán arrojados de los centros como si fueran desechos.

Como futuros docentes, podemos evitar lo que apreciamos en la imagen construyendo un sistema educativo y unas leyes educativas que traten de manera beneficiosa las necesidades de los alumnos y que valoren un aspecto muy importante en el ser humano que no es otro que la creatividad. Por ello, debemos romper con el adoctrinamiento al que estamos sometidos. La escuela no puede orientar los estudios hacia las necesidades de las empresas desde la etapa primaria, sino que su principal misión, especialmente en las primeras fases, debe ser la de fomentar la creatividad que nos hace seres diferentes y enseñar a pensar. Esta es la diferencia entre las personas que son conscientes y piensan y las máquinas que están elaboradas únicamente para cumplir con aquello a lo que se les ha programado específicamente para realizar.

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