Evolución Arquitectónica y Artesanal: Del Castillo Románico al Vidrio de Murano
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Chateau: Residencia Campestre y Símbolo de Innovación
El Chateau representa la residencia campestre por excelencia, constituyendo el edificio estrella donde se concentran todas las novedades arquitectónicas y de diseño. Estas edificaciones se erigen en piedra de sillería y se caracterizan por sus cubiertas de pizarra empinadas, que acentúan su verticalidad. Las cubiertas se adornan con numerosas ventanas y grandes chimeneas, integrando elementos renacentistas como arcos de medio punto y entablamentos.
Se introducen dos nuevos espacios significativos: el estudioso o cabinet, un despacho pequeño para uso personal, y la galería, destinada a la exposición de colecciones y esculturas, así como a la celebración de festividades. Las cocinas se ubican en los sótanos, y es común que estos edificios dispongan de una capilla. Aunque su apariencia pueda sugerir una función defensiva, esta es meramente ornamental, ya que su propósito principal no es militar, a pesar de haber sido testigos de conflictos bélicos. Los jardines, extensos e importantes, complementan la majestuosidad del Chateau.
Castillo Románico: Evolución de la Fortaleza Medieval
La construcción de castillos comenzó en el siglo IX. Inicialmente, consistían en una simple torre de madera con empalizada, rodeada por un foso y una tabla que servía de puente. En el siglo XI, se inicia la construcción en piedra, configurando un recinto cuadrado con una torre central denominada donjón. Con el tiempo, estas fortificaciones se ampliaron, incorporando torres defensivas en las esquinas de la muralla.
La muralla, alta y gruesa, albergaba un espacio interior considerable. Nuevamente, se rodeaba de un foso y se accedía a través de un puente levadizo con cadenas o un rastrillo, este último de influencia musulmana. Al entrar, se encontraba un gran patio que alojaba establos, despensas, viviendas, capillas, dependencias militares, mazmorras, entre otros. Servía como refugio para los aldeanos en caso de ataque. Para acceder al donjón, a veces era necesario atravesar tres patios. Este contaba con una gran sala de recepción donde se celebraban ceremonias.
Vidrio de Murano: Culmen de la Perfección Artesanal
El arte del vidrio alcanza su máxima expresión en Venecia. La proliferación de talleres en la ciudad, cuyas viviendas eran predominantemente de madera, incrementaba el riesgo de incendios debido a los hornos. Esta situación llevó a la prohibición de talleres en la ciudad y su posterior traslado a la isla de Murano. Las primeras piezas producidas eran copas esmaltadas y doradas, siguiendo la tradición musulmana. Los colores predominantes eran el rojo, azul y verde, y los temas más recurrentes incluían motivos geométricos, vegetales y florales. La técnica más común era el vidrio soplado.
El vidrio de Murano se hizo célebre por su delicadeza, sus paredes extremadamente finas, su gran transparencia y ligereza, siendo altamente demandado en toda Europa. Se distinguen cuatro técnicas principales:
- Vetro millefiore: Se caracteriza por partículas policromas que simulan un mosaico fundido.
- L'opalino: Presenta una apariencia semiopaca con tonalidades claras.
- Vetro lattimo: Consiste en una pasta vítrea de color lechoso.
- Vetro a filigrana: Se distingue por la incorporación de hilos lechosos en el vidrio.