Evolución de la Poesía Española y la Influencia de Neruda en la Segunda Mitad del Siglo XX

Contexto Histórico y Literario de la Posguerra

El año 1945 marca el fin de la Segunda Guerra Mundial y el inicio del enfrentamiento entre Estados Unidos y la URSS, conocido como la Guerra Fría. Este periodo se caracteriza por un crecimiento de los presupuestos militares y, en el caso de España, favorece la permanencia del franquismo. Tras el fin de la Guerra Civil, la dictadura de Franco trae consigo aislamiento internacional, represión, censura y penuria. Muchos intelectuales se ven obligados al exilio.

En 1953, España entra en la ONU, rompiendo con el aislamiento de los años 40. Comienza el desarrollismo, impulsado por el turismo, las migraciones del campo a la ciudad y el dinero que envían los emigrantes. Sin embargo, surgen problemas económicos por la crisis del petróleo. En 1978 se aprueba la Constitución. En 1982, el PSOE gana las elecciones y España entra en la OTAN. Desde entonces hasta ahora, se ha vivido una consolidación democrática, una apertura al exterior, un despegue económico, y un periodo de mayor libertad y cultura. En 2008, comienza una crisis económica que se extiende hasta la actualidad.

La Poesía de Posguerra: Arraigados y Desarraigados

Tras la Guerra Civil, nos encontramos en la década de los 40 con la Generación del 36, también conocida como la "Primera promoción de posguerra". La crítica divide a los poetas de esta generación en dos grupos, asociados a distintas revistas literarias:

• Revistas "Escorial" y "Garcilaso": Poesía arraigada.
• Revistas "Proel", "Corcel" y "Espadaña": Poesía desarraigada.

Dámaso Alonso denominó a la primera corriente "poesía arraigada" y a la segunda "poesía desarraigada".

Del primer grupo destaca Luis Rosales con La casa encendida. Los escritores del segundo grupo sienten desazón, angustia existencial y pesimismo. Destaca Miguel Hernández, que parte de la poesía del Siglo de Oro hasta llegar a una voz más personal y sencilla. Entre sus obras más importantes se encuentran El rayo que no cesa y Cancionero y romancero de ausencia.

La Poesía Social de los Años 50

En los años 50 aparece la poesía social, con la que se pasa del malestar personal al general. La tendencia hacia la humanización de la poesía viene de antes de la guerra. Los autores pretenden, con su poesía, denunciar las injusticias y transformar la sociedad. Se preocupan más por transmitir el mensaje que por la belleza formal. La poesía se vuelve prosaica, descuidada y repetitiva. Destacan Gabriel Celaya, José Hierro y Blas de Otero.

Blas de Otero: Un Poeta Comprometido

Blas de Otero recurre a imágenes y temas religiosos. Ancia (formada por Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia) es una de las cimas de la poesía desarraigada. Aborda temas de naturaleza existencial. En los años 50, trata temas como la violencia, la pobreza y la falta de horizontes. Defiende la solidaridad como motor de cambio y busca la comunicación con "la inmensa mayoría".

La Generación del 50: Una Poesía Reflexiva

A finales de los 50 y principios de los 60 surge la Generación del 50. Estos poetas crean una poesía muy elaborada, cuidada, con influencias extranjeras. No renuncian a la protesta social, pero la hacen desde el "yo". Su poesía es reflexiva, caracterizada por la expresión de la intimidad y de lo amoroso sin pudor. Se valora la palabra poética, el verso libre y el estilo conversacional. Muestran una preocupación ética por la situación de España.

Destacan:

• Jaime Gil de Biedma (con una influencia poderosa en las Generaciones del 70 y 80): Las personas del verbo.
• Ángel González (alterna poesía íntima y social, con un tono irónico y coloquial): Tratado de urbanismo.
• Claudio Rodríguez (busca lo trascendente dentro de lo cotidiano): Don de la ebriedad.

Los Novísimos: La Generación del 70

La Generación del 70 es conocida como la de los "novísimos" por el título de una antología de Josep María Castellet: Nueve novísimos poetas españoles. También se les llama "venecianos". Acentúan la importancia del aspecto verbal y la huida de la realidad. Se caracterizan por la reserva sentimental; el "yo" del autor desaparece y su lugar lo ocupan personajes inventados. Muestran la influencia del cine y los medios de comunicación. Su lenguaje poético es exuberante, con verso largo y estilo cuidado. Destacan Luis Alberto de Cuenca y Luis Antonio de Villena.

La Generación del 80: Pluralidad y Retorno a los 50

La Generación del 80 vuelve a la poética de la Generación del 50. Se caracteriza por la pluralidad, la predilección por el pastiche y la ironía, el neosurrealismo y el minimalismo. La poesía de la experiencia es una de las tendencias más asentadas en la vuelta a la Generación del 50, con Gil de Biedma como principal modelo. Destacan Jon Juaristi y Carlos Marzal. Otra tendencia es la poesía de la diferencia, donde el "yo" está en segundo plano. Destaca Esperanza Ortega.

Pablo Neruda: Un Gigante de la Poesía del Siglo XX

El autor más destacado de la segunda mitad del siglo XX es Pablo Neruda, poeta chileno que influyó mucho en los autores españoles. Posee una obra amplia y desigual. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura.

Su primera obra, Crepusculario, muestra influencias modernistas. Su primer hito es Veinte poemas de amor y una canción desesperada, donde se conjugan emotividad juvenil y madurez creativa. Con un estilo sencillo y coloquial, exalta la pasión amorosa y la tristeza. Experimenta una crisis existencial que se expresa en Residencia en la tierra, influida por el surrealismo. Habla del hombre perdido en un mundo caótico, donde todo tiende a la muerte y la destrucción.

El marxismo le da un nuevo sentido a su vida, lo que se hace patente en Tercera residencia, donde incluye España en el corazón. Esta nueva orientación culmina en Canto general, donde reconstruye la historia de los pueblos americanos desde una visión comprometida. En Odas elementales se aprecia la sencillez de su estilo.