Explorando el Surrealismo y el Cubismo: Análisis de Obras Maestras de Dalí y Picasso
Clasificado en Plástica y Educación Artística
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La persistencia de la memoria (Los relojes blandos de Dalí)
La persistencia de la memoria (Los relojes blandos de Dalí): Pintura perteneciente al Surrealismo, cuyo origen se encuentra en un juego de palabras, se trata de la acción de sacar la lengua (la montre molle) que significa también reloj blando. El paisaje pintado es onírico. Parece una playa al anochecer. En el centro hay una figura extraña: una cabeza blanda con una enorme nariz y una larga lengua que sale de ella. Esta figura duerme sobre la arena. A la izquierda, sobre una mesa de madera, hay otros dos relojes: uno está cerrado y sobre él hay numerosas hormigas, y el otro, enorme y blando, tiene una mosca encima. De la mesa nace también un árbol roto, con una sola rama sobre la que hay un tercer reloj blando. Cada reloj tiene una hora diferente, ya que el mundo onírico del pintor avanza continuamente. Al fondo, los peñascos del cabo de Creus y el mar que se confunde con el cielo. El color es rico y variado. Predominan los tonos fríos que contrastan con los cálidos. La luz juega un papel importante. En un primer plano hay un foco de luz que ilumina suavemente los objetos, que proyectan sus sombras y se recortan en el espacio, con un fondo casi irreal. El dibujo es académico y de líneas puras. La composición está muy bien estudiada. Domina la línea horizontal del mar al fondo, remarcada por la luz, que divide el cuadro en dos mitades desiguales. Se complementa con la horizontal de la rama seca del árbol. También utiliza como elementos dinámicos las líneas diagonales y las curvas.
Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar de Dalí
Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar de Dalí: Dalí, siguiendo las teorías de Freud, quiso representar en el cuadro el hecho de que, a veces, se introducen en el sueño estímulos derivados de acontecimientos exteriores que son integrados en él. En el cuadro aparece un paisaje marino, en el que aparece la mujer del artista, Gala, desnuda. Junto a su cuerpo, hay dos gotas de agua suspendidas y una granada. Gala se despierta en el momento en el que el zumbido de una abeja que vuela alrededor de la granada le evoca la imagen de una bayoneta a punto de herirla. La bayoneta procede a su vez de un tigre, este sale de la boca de otro tigre, este de la de un pez y este de una granada gigante. El sueño es representado a través de las imágenes oníricas que vemos en ellos. Al fondo se ve un elefante que le evoca la abeja. Esta imagen está inspirada en la escultura del elefante con el obelisco en el lomo que se encuentra en la plaza de Santa María sopra Minerva en Roma. En este sueño, Dalí pretendía poner en imágenes, por primera vez, el descubrimiento de Freud del típico sueño con argumento largo, consecuencia de un accidente que provoca el despertar.
Las señoritas de Avinyó de Picasso
Las señoritas de Avinyó de Picasso: Este cuadro marca el comienzo de un nuevo lenguaje cubista. La escena representada se desarrolla en un prostíbulo de la calle barcelonesa de Avinyó. Los cuerpos de las mujeres tienen unas carnaciones de un tono casi uniforme. Picasso aprovecha esta obra para rendir homenaje al arte que más le interesaba en ese momento:
- La escultura ibérica, cuya influencia se observa en las tres figuras de la izquierda.
- La escultura africana, que deja su impronta en las dos figuras de la derecha, cuyos rostros nos recuerdan las máscaras de ese primitivo arte.
- La pintura de Cézanne, por la geometrización de las formas.
La obra es, por tanto, una reflexión intelectual sobre el arte, que prescinde por completo de los incuestionables preceptos renacentistas. Reduce la obra a un conjunto de planos en donde las figuras están marcadas por líneas claro-oscuras. Coloca también a las figuras en posturas inverosímiles, como es el caso de la mujer de la derecha, que está de espaldas y vemos que tiene el rostro de frente. El proceso de geometrización de la figura se va acentuando desde la izquierda hasta la derecha. El pintor utiliza una reducida gama de colores con el tono azul como fondo. Por último, en la parte inferior del cuadro se representa un sencillo bodegón muy en la tradición de los bodegones en el arte español.