La fábula: origen, evolución y características
Clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 2,85 KB
La fábula griega pronto se introdujo en el mundo romano: Fedro (siglo I a.C.) un liberto de la casa de Augusto que perfeccionó la fábula incluyendo en su obra fábulas creadas por él, junto con las de tradición esópica. Babrio, romano del siglo II de nuestra era, se sirve de la fábula como agradable pasatiempo literario.
En la Edad Media la fábula adquiere gran popularidad, empleándose tanto como elemento moralizador como a modo de sátira. España, en los siglos XII y XIII, recibe y, a su vez, transmite los fabularios orientales (Alfonso X encargó, por ejemplo, la versión castellana del Calila e Dimna), confluyendo con los fabularios de origen griego y latino.
En los siglos XIV y XV aparecen fábulas y apólogos en las obras del Arcipreste de Hita y de Don Juan Manuel.
El humanismo renacentista convierte las fábulas esópicas y de Fedro en libro preceptivo en las universidades.
Pero realmente, son los siglos XVII y XVIII los que constituyen lo que bien podríamos denominar como la “edad de oro” de la fábula. En Francia tenemos a La Fontaine; de él parte la concepción moderna de la fábula como género animalístico. En España, nuestros más insignes fabulistas son Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego.
La estructura de las fábulas suele ser la misma en todas ellas, salvo unas pocas excepciones. Normalmente constan de un relato en prosa, en el que se expone el tema de forma breve y escueta, se concluye con una moraleja que pretende servir de ejemplo o enseñanza a fin de influir en la conducta de alguien, si bien suele ser de tipo negativo, es decir, que explica cómo no son las cosas o pretende que no se actúe de la misma forma que el personaje. Todo ello con una intención didáctica o moralizadora. Las moralejas suelen presentarse con carácter general, sin dirigirse a nadie en concreto.
Hay varios tipos de fábulas:
- Fábulas de confrontación (las más numerosas) en las que dos- o más- personajes disputan sobre alguna cosa.
- Fábulas de situación en las que se presenta al personaje ante una situación dada y se sacan unas conclusiones.
- Fábulas etiológicas en las que se intenta explicar la causa de algo.
Los personajes de las fábulas son preferentemente animales parlantes que denotan esas características que tradicionalmente se les atribuyen: la astucia de la zorra, el poder del león, la laboriosidad de la hormiga, la estupidez del mono, la insensatez del burro, etc.
Sin embargo, no son los animales los únicos personajes de las fábulas. También aparecen plantas o árboles (el olivo, el plátano), hombres de las más variadas condiciones sociales o profesionales (pescadores, labradores), dioses y héroes (Zeus, Heracles), e incluso personificaciones de ideas abstractas (la Verdad, la Muerte).