Fiebre Amarilla en Buenos Aires, 1871: El Impactante Retrato de una Época
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Episodio de la Fiebre Amarilla: Un Retrato Cruel de la Realidad Argentina del Siglo XIX
El "Episodio de la Fiebre Amarilla", obra de Juan Manuel Blanes, posee una gran carga contextual. Para comprenderla, nos remontamos a marzo de 1871. Buenos Aires recibía su primera ola de inmigrantes, que representaban aproximadamente el 30% de la población. El mayor inconveniente era que la ciudad padecía de varias problemáticas:
- Falta de agua potable.
- Falta de cloacas.
- Falta de logística en la recolección de basura. En el mejor de los casos, la basura era quemada; en los peores, se aplanaba y se usaba como piso.
- Falta de logística en los entierros. Los cuerpos se quemaban en el Riachuelo.
En estas últimas condiciones se basó Blanes, más específicamente en la fiebre amarilla. Esta infección fue tan mortal que en cinco meses se llevó a más de 13.000 personas. En esa época, los inmigrantes vivían en cuartos de conventillos. Las familias adineradas decidían dejar sus antiguas casas para los inmigrantes y mudarse lejos de la zona portuaria, donde había más casos debido a la mayor afluencia de inmigrantes.
El Contexto de la Obra
Dentro de uno de estos conventillos se ubica esta pintura. Podemos observar a los médicos, Algerich y Roque Pérez, en la puerta, observando a Ana Bristiani, la mujer muerta, y a su hijo sobre su pecho. Al fondo, también se puede ver a un hombre (que parece ser su marido) derrumbado en la cama con el pecho descubierto, aparentemente muerto al igual que Ana. Al costado de los dos médicos aparece un chico que, por su tipo de traje y sus pies descalzos, nos hace pensar que era un inmigrante.
Condiciones de Vida Reflejadas
El estado del lugar nos habla un poco de cómo vivían estas personas: la puerta desgastada, el piso de ladrillos, las paredes con humedad y las sábanas sucias.
Análisis Técnico de la Obra
Viendo la obra con una visión más técnica, podemos identificar dos líneas muy marcadas: una vertical en el marco de la puerta, que divide la parte iluminada del cuadro de la oscura, y una horizontal en el cuerpo de la joven en el suelo. Los colores son cálidos, con tonos anaranjados y amarillentos, acordes con los síntomas de la enfermedad y la luz del día.
Impacto y Legado
Este cuadro causó mucho revuelo por ser un reflejo tan realista de la vida de los inmigrantes. Asimismo, por toda la carga contextual que tiene esta obra, hoy en día se la considera un cuadro-documento.