Fra Angelico y Leonardo da Vinci: Dos Obras Maestras del Renacimiento

La Anunciación

La Anunciación es una obra realizada sobre tabla con la técnica del temple. Se divide en dos partes: en una, Adán y Eva son expulsados del Edén; en la otra, aparece la Virgen con el arcángel San Gabriel. Elementos como los arcos nos indican un periodo posterior al Renacimiento. El centro de la composición lo ocupa el arcángel San Gabriel, que comunica a la Virgen la noticia de que espera un hijo, el hijo de Dios.

Los colores brillantes y dorados muestran la existencia en Fra Angelico de algunas de las características góticas, siendo representante del enlace de lo gótico con lo renacentista. La luz del sol atraviesa el dibujo apuntando a María, como eligiéndola madre de Dios. La vestimenta voluminosa y natural, así como el detallismo de la obra, nos recuerda a la escuela flamenca. Es una representación simbólica de la Virgen como una nueva Eva, limpia de pecado respecto a la Eva expulsada del paraíso.

Mona Lisa

La Mona Lisa es un retrato de pequeño tamaño, un óleo sobre tabla de madera fina de álamo. En este retrato femenino, Leonardo da Vinci crea el prototipo de retrato del Renacimiento. Representa a una mujer sentada en una silla con brazos, con un paisaje al fondo. La figura vuelve un poco el cuerpo hacia un lado, eliminando la rigidez, pero la mirada la dirige hacia el espectador.

La composición es sencilla, al menos en apariencia. Leonardo consigue eliminar la rigidez con ese giro del cuerpo e introduciendo un paisaje en movimiento, donde unas formas se funden en otras. La luz es natural, pero es una luz irreal, no sabríamos identificar el momento del día. El punto donde se concentra nuestra atención es fundamentalmente el rostro y las manos. En cuanto a la forma, es un cuadro figurativo, real y natural, de un personaje que destaca por la sonrisa misteriosa, como burlona, y la mirada enigmática, conseguidos a través de la técnica del esfumato, en los labios y en los ojos.

La sonrisa de la mujer representa una satisfacción consigo misma y con el mundo que la rodea. Puede estar relacionado con su posición social acomodada, aunque Leonardo no introduce ningún elemento caro en ella, como podrían ser las joyas. También se ha especulado que tal vez estuviera embarazada, o que es un retrato de él mismo disfrazado de mujer. En definitiva, es una obra que se ha hecho más famosa por las especulaciones que han surgido de ella que por la importancia de la obra misma.

Con la técnica del esfumato, Leonardo consigue profundidad en el cuadro. En cuanto a los colores, se usan tonos oscuros. A pesar de ello, el cuadro sufrió una mala restauración, desgastando los colores. Obra perteneciente a la pintura del Cinquecento, del florentino Leonardo da Vinci.